El club de los cupidos negros [✓] - Las flechas de Cupido #1

Carta para un desastre.

De: La chica catástrofe. 

Para: Mi chico desastre. 

¿Por qué me dejaste sola?

Me dejaste una nota en el casillero con una fecha, una hora y un lugar en el cual nos encontraríamos, pero nunca apareciste y a cambio, los chicos de primer año que nos acosan a mí y a mi mejor amiga nos acorralaron, amenazaron a Dorothy con una verdad que no me ha dicho y tuve un ataque de pánico que me mandó al hospital...siento que tú tienes que ver con todo esto...pensé que eras diferente, y que te importaba por lo que me escribías, pero ya veo que sólo eran palabras vacías.

Aún así, extraño hablar contigo por carta. Si quieres hablar en persona conmigo acércate, porque de otra manera no podré seguir creyendo en ti.

Atentamente, 

La chica catástrofe que está decepcionada de ti.  

Narrador Omnisciente. 

Olivia dejó la carta en el lugar donde el chico desastre (Zack) en una carta le había dicho que dejara todo lo que le escribiera y Dorothea observaba cada paso que Olivia caminó hasta desaparecer en lo profundo de los pasillos del instituto.

— No dejaré que te hagan tanto daño como me han hecho a mí...tú no debes sentir dolor. — Dorothea murmuró a la nada pensando en Olivia.

Se dirigió al lugar donde yacía la carta y la tomo.

Un enojo profundo invadió su alma y empuño la mano que sostenía la carta, hasta que esta última se retorció como un alma en pena.

— No me quitarás a mi amiga, no me quitarás a lo único que amo. — Dorothea rompió la carta y deseó que Zack muriera, siendo esa la primera vez que no sintió remordimiento por desearle la muerte a alguien. 

Una lágrima bajó por la mejilla derecha de Dorothea y una risa vacía de emoción se escapó de sus labios.

Dorothea estaba sumida en la inmediatez de su odio y claramente sus sentimientos hacia Olivia estaban en un rumbo equivocado en el que la posesividad y la envidia por el chico de las cartas carcomían su alma de la manera más perversa existente y por eso, una idea un poco abstracta se cruzó por su mente, sin saber que aquella idea marcaría un fin y un nuevo comienzo en la vida de Olivia Basset y por qué no, de Zack Miller.