16. ¿Quién te ha roto así?

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Olivia 

Quisiera que este día fuera como de película. Más o menos es el segundo día que Zack y yo pasaremos como novios y en realidad esta excursión tiene muchos beneficios, porque podemos salir al pueblo más cercano o realizar actividades divertidas y de verdad quiero que nada nos interrumpa como el golpe en la cabeza que tuve por ver mal.

Tonterías que ves y no logras diferenciar de un simple recuerdo y la realidad.

Así es, sólo eran tonterías.

Observo a Zack mientras duerme y tal vez esta sea la primera vez que aceptaré que me encanta estar cerca de él.

Sus labios se encuentran entreabiertos y sus mejillas están rosadas por el calor de la manta que nos cubre. 

— ¿Cómo puedes ser tan guapo? — Susurro y me acerco para besar una de sus mejillas. 

Se remueve y abrazo su dorso.

Es suave como una almohada.

Una almohada que te trae babeando.

— Quería verte despertar. — Murmura después de besar mi frente.

— Tengo un poco de insomnio. — Confieso apenada, así que escondo mi rostro en el hueco de su cuello. — Siento ser tan molesta.

Muerdo mi labio inferior

— Si me vas a mirar así cada mañana no tendría problema,...pero debes dormir. — Bosteza. — ¿Algo te preocupa?

Nadie me había preguntado eso y ni siquiera yo misma lo he pensado mucho.

Me aparto.

— No duermo bien hace algunos años y temo que al dormir y luego despertar, Dorothea esté frente a mí reclamándome por ser cobarde y ahora...me aterroriza que todo sea un sueño. — Sonrío de lado. — Así que, no debo dormir mucho, porque el sueño puede desaparecer.

Cierro los ojos y me abrazo a mí misma.

— Amor... — Intenta decir y lo interrumpo. 

— Si desapareces, me dolería mucho, pero no sería peor que si continúas aquí y me ilusionas más, así que, si vas a irte luego, este sería el momento ideal, porque te buscaría en color del cielo, en los campos de futbol, en las salas de detención, en el jardín trasero de mi casa, bajo las gradas, en esta cabaña...— Abro los ojos. — ...y en mí misma.

Sonríe.

— No hay necesidad. — Besa mi mejilla. — Estoy aquí.

— Gracias. — Acaricio su cabello. — Yo cuidaré tus miedos y también estaré aquí.

Pone una mano en mi cintura y me acerca a él.

— Y yo me aseguraré de que este sueño sea eterno. — Besa mis labios.

Gracias, Zack.

Te amo. 

***

— Un amor en ruinas suele derrumbarse rápidamente y en ocasiones es lo más sensato que se puede hacer, por esa razón, como cupidos negros nos complace presentarles el concurso anti-amor, en el que todos ustedes estudiantes que se encuentran en excursión y en vacaciones, podrán demostrar la verdad de esos amores falsos que parecen perfectos. — Suelto una risita. — Pueden enviarnos sus fotos y nosotros las subiremos, para que ustedes y otras personas elijan la historia de cuento de hadas que se convirtió en tragedia. Tengan un día muy frío y recuerden evitar el amor, porque este es rotundamente egoísta.

El club de los cupidos negros [✓] - Las flechas de Cupido #1Where stories live. Discover now