15. Esos ojos azules me van a derretir.

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Dorothea

Dos años antes

— No puedo creerlo. — Oli murmura.

Muerdo fuertemente la parte interior de mis labios y niego.

— Yo no tuve la culpa. — Me excuso.

Ella me mira con los ojos cristalizados.

— ¿Por qué destruiste sus cartas? — Me reclama con los fragmentos de la estúpida carta de Zack Miller en su mano.

— No lo sé. — Fijo mi mirada en el suelo. — Luego de que fueras al hospital por el ataque de pánico me llené de odio, porque ya le había advertido sobre sus famosas cartas.

— ¿No lo sabes? — Enarca una ceja. — Dorothy, ni siquiera he leído su versión de la historia.

— ¿Qué te importa más? ¿él o yo?

Estoy exasperada con esto.

Es inútil discutir por esta estupidez, Zack no es más importante que yo, ni siquiera lo conoce en persona, mientras que yo sí sé el tipo de persona que él es.

Tengo que alejarla de él.

— Es diferente.

— No lo es. — Digo a pesar de que sus ojos a punto de estallar en lágrimas me confirman lo que temía. — No lo conoces, pero ya lo has elegido.

— Dorothy...

— ¡Premio doble! — Mike Thornhill dice interrumpiendo nuestra discusión.

Sus amigos entran tras de él y me sorprendo al no ver a Zack...aunque ciertamente él nunca ha estado presente cuando Mike me acosa.

— Olivia vete. — Le digo a mi mejor amiga.

Mi corazón late con desenfreno y sé que nada bueno saldrá de esto...maldito sea Zack...

— Claro que no. — Mira a Mike y luego a sus amigos. — No te voy a dejar con estos imbéciles.

No puedo dejar que le hagan nada.

— Métanla en el armario. — Mike dice con simpleza, sus amigos se miran entre sí. — ¡Rápido!

Su grito me sobresalta.

— No me toquen. — Olivia frunce el ceño. — ¡No!.

Ella intenta pelear contra ellos, pero son muchos.

— ¡Dorothy! — Grita mientras mis lágrimas bajan y Mike pasa un brazo por mis hombros. — ¡No, Dorothea, sal que aquí! ¡Maldita sea, suéltenme!

— Mike. — Sollozo implorando por Olivia. — No le hagas daño.

Toma mi mentón con fuerza y sonríe ladinamente.

— Yo no la estoy metiendo allí, eres tú misma que no soportas la verdad.

— No se lo diré nunca. — Digo con la poca dignidad que me queda.

— Entonces...¡jódete! — Grita y me da un golpe en la cara.

No respondo nada y la verdad no deseo pelear más...estoy cansada de todo, aunque no quiero que mi mejor amiga sufra por esto.

Tal vez lo mejor sea morir, porque he sido una cobarde que no pudo decir la verdad a tiempo.

***

Olivia 

— No me mires así, quiero jugar. — Digo mientras ato los cordones de mis zapatillas.

El club de los cupidos negros [✓] - Las flechas de Cupido #1Where stories live. Discover now