La muerte a veces es piadosa, a veces es cruel. Es una señora incógnita vestida de blanco. Las mujeres de este libro han dormido toda su vida con ella. Nadie se escapa de la bella realidad. Algunas son crueles, otras son gentiles. La muerte al igual...
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Ella era perfecta. Sus caderas se movían al ritmo de las estrellas fugaces. Su risa, tan esbelta ella. Era la chica que todos quisieran tener. Era muy popular tanto entre los hombres como en las mujeres. Ella era perfecta, y de tan perfecta que era solo yo sabía su lado oscuro, esa maldad que su corazón no dejaba fluir.
Cuando eso sucedió, nadie pudo creer que fuese ella. Su rostro no era el mismo. ¡Oh, mi amada! ¿Quién le habrá hecho tal acto? Había estado desaparecida hace unos días. Unas fotos habían estado rondando las redes durante un tiempo.
Bailando, al ritmo de una estrella fugaz. Tan desnuda como su alma, tan ardiente como las miradas lujuriosas de los chicos. Yo parecía un vil vagabundo de sus caderas. Ahora los pasillos habían perdido la alegría que ella brindaba.
Cada día aparecían nuevas imágenes en las redes sociales. Todas de distintas maneras y estilos. Con el transcurso del tiempo su piel blanca era una exposición de moretones y heridas algo profundas. ¡Oh, mi amada! ¿Quién habrá podido haberte hecho esto?
Un día dejaron de postear fotos en la plataforma. La policía dejó de buscarla y la familia de Karen seguía devastada como muchos más, incluyéndome.
Pasaban las estaciones del año con gran rapidez y nunca pude olvidar a la chica de rizos negros. ¿Qué habrá pasado con Karen? Nadie sabía, nadie preguntaba, todos callaban y seguían en sus libretas. Algo en mí decía que seguía viva, algo me decía que estaba pasando algo raro.
Estaba en frente de la puerta de su casa personal. Toco el timbre y la puerta chilla. Mis ojos cafés se abren como si vieran un fantasma.
—¿Karen?
Luego de ello, perdí el sentido de la realidad.
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Me odiaba. No me gustaba mi cuerpo, parecía un día lluvioso. Mi risa, tan asquerosa ella. Era la chica que nadie quisiera tener. Ella no me observaba, no sabía mis verdaderos sentimientos. Me odiaba, y todo era culpa de él.
Un día la sigo como siempre. Su risa me molestaba, tan feliz ella. ¡Oh, como quisiera ser ella! Solo debí nacer unos segundos antes.
No notó como se dormía, no notó como la apretaba, ella no notaba que había sido yo. Mis planes estaban saliendo tan bien. Se preguntarán: ¿acaso está loca? A un loco no le salen las cosas así de bien.
Su cuerpo desnudo en esa oscura habitación me excitaba mucho. Me excitaba cortarle poco a poco la piel blanca. Sesiones de fotos salían de mi móvil, quería mostrar al mundo su verdadero ser, ese que solo yo conocía realmente.
La policía nunca me atrapo. La investigación dejó de cesar. Los sentimientos de adoración aparecían como una llovizna. La muerte poco a poco caminaba hacia mi casa. Me saludo varias veces, pero nunca me había decidido que hacer con ella.
Pasaban los días, los meses, incluso los años. Seguía pasando desapercibida. Deje de asistir a la preparatoria. Toda mi atención se la llevaba ella. Cualquiera diría que estoy enferma. ¡Oh, si ellos supieran cuanto la amo ahora mismo! Ahora era solamente mía, solo mía.
Ella me seguía viendo con sus ojos de pánico, pero ya no gritaba como antes cuando le hacía el amor. ¿Cómo lo hará si ella me ama igual que yo a ella?
Un día, algo se salió de las manos. Los sonidos de la puerta retumbaban en la casa. Nunca nadie había venido aquí, nadie conocía esta casa a excepción de ella y yo. ¿Acaso le mostraste esto también a él?
Mis manos saboreaban la próxima tragedia que iba a suceder. La muerte corrió hacia mis venas, ella me sabría guiar en la alfombra de la gloria. Caminaba esta vez sin odiarme. Yo me adoraba, amaba lo que estaba haciendo. No podía permitirme que él me la vuelva a quitar.
Abro la puerta, el bate se encuentra en mis espaldas.
—¿Karen? —dice él sorprendido.
Él ya se dio cuenta, él ya sabe que soy una vil copia de mi hermana gemela. No demoro en cometer mi acto. Al fin pude saborear la verdadera gloria. Luego de ello, quedaba seguir demostrando que solo yo la amaba.
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Hola, hola.
¿Cómo se encuentran?
Creo que este escrito me salió algo más perturbador. Cuidado con la hermanita gemela... :3
Espero les haya gustado ^^ si es así, háganmelo saber en los comentarios o con tu voto.
