La muerte a veces es piadosa, a veces es cruel. Es una señora incógnita vestida de blanco. Las mujeres de este libro han dormido toda su vida con ella. Nadie se escapa de la bella realidad. Algunas son crueles, otras son gentiles. La muerte al igual...
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Mi nombre es Amit Taylor, y creo que estoy muerta.
Este lugar se siente húmedo y está muy oscuro. ¿Acaso estoy en las profundidades del mar? No sabría decirlo con exactitud.Solo recuerdo que hoy era mi cumpleaños, y nadie había asistido a la pequeña fiesta que hice.
No entiendo por qué enojarme por ello, solía ser la chica a la que menos le prestaban atención. Ya saben, la típica chica cliché que le hacen bullying en la escuela.
Mis recuerdos venían a mí. Siento todo esto como en tercera persona, debe ser porque estoy viendo mi cuerpo flotar en el espacio del agua. Hay tantas luces pequeñas, deben ser diablos negros que andan merodeando por ahí. Ahora mi actual cuerpo se siente liviano. Ya no siento los golpes y quemaduras que me hacía mi padrastro. Era de costumbre que cada vez que llegase de la preparatoria él me recibiera con la muerte al lado.
Oh, dulce muerte, que día tan espectacular para venir a mi alma y destruirla con un tsunami. Era en realidad gratificante estar así, sin preocupaciones, sin dolor, sin alegría, sin emociones... todo tan neutro y seco.Esto pareciese un limbo interminable. Nunca había creído en Dios, pero creo que me envió aquí por ello.
Ahora que lo recuerdo, si había alguien a quien le importaba. Mi hermana Mabel, ella siempre me había estado cuidando, tan linda ella... pobrecita. Ahora debe de estar reemplazando mi lugar con mi padrastro.
Supongo que todo esto está bien, no hay por qué preocuparse, ahora todo está bien.
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La policía se encontraba en toda la sala de la casa. Hablaban conmigo y con mis padres sobre lo ocurrido hace unas horas. Ya la habían encontrado en la playa. Esto es un desastre...
—La autopsia dice que murió por causa de estrangulación. Seguro luego de eso la arrojaron al mar como si de una bolsa de basura se tratase.
Mis padres estaban llorando, sobre todo mi madre, sentía el mismo llanto que el de ella. Esto es un desastre...
—¿Quién habrá podido hacer tal cosa? —pregunta mi madre.
—Estamos en plena investigación, en cuanto sepamos algo se lo haremos saber —dice una oficial y suspira.
Yo me quedaba inmóvil. "¿Quién lo habrá hecho?" Dicen en la sala, una y otra vez en llanto. Debo terminar con esto. Esto es un desastre...
En la mañana ya no me encontraba en casa. Ya el ruido molesto no merodeaba mis alrededores, pero debía salir de allí. Era una escena perfecta para mis perversos ojos, pero debía escapar; la policía me podría encontrar.
Antes de irme, había despedido con un cálido beso el cuerpo magullado de mis padres. Ya no sufrirán más, ya no gritarán más. Todo está bien ahora, no hay de qué preocuparse...
Mi nombre es Mabel Taylor, y creo que estoy muerta.
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¡Hola, hola!
Este escrito es un pequeño regalo tenebroso para un amigo mío que cumple años :>
Es algo peculiar, porque no es nada agradable leer esto un día de fiesta... supongo. Pero espero te guste mucho ❤
Y nada, si les gusta estás historias delen sus votito y comenten que tal les pareció. No olviden añadirla a su lista de lectura para que no te pierdas ninguna actualización.
