V | Muestra de amor

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El cielo estaba muy claro para ser de noche

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El cielo estaba muy claro para ser de noche. Los gritos de su hija Ashley eran parecidos a una película de terror. A él le gustaba comer de su carne. La piel de la joven, que apenas tenía ocho años, parecía una noche estrellada invadida por meteoritos. Cada gota de sangre salía de su barriga algo maltratada.

—Papá, me duele mucho —dice la niña.

—Esta es mi muestra de amor hacia ti.

—¿Amor? ¿Qué es eso, papá? —menciona ella, quejándose por el ardor punzante que sentía.

—Amor es esto, mi niña, darme tu cuerpo para mí —contesta el padre, con una sonrisa psicópata en su rostro.

La parte de la boca estaba llena de sangre oscura, las costillas de la niña estaban abiertas. Era increíble el cómo podía seguir viva.

Poco salía ella al exterior, a él no le favorecía que la vieran tan dañada. Un día, ella huye de su casa al ver a su padre dormir. Salía con sigilo, en puntas de pies. Pareciera que huía de un cazador.

Un chico la encuentra en la calle, al verla tan lastimada decide acogerla en su casa. Él si le daba amor, él si mostraba lo que en verdad era la compasión.

Una vida le ofreció, llena de comodidades y de dejar de sufrir. Pero ella no lo veía así. Algo en ella decía que aquel hombre la odiaba, que no la quería en realidad.

—Pequeña, ¿te gustó el chocolate que te regalé? —dice aquel hombre mostrando algo de felicidad.

Ella se queda en silencio, viéndole de reojo.

—Sí —sonríe y arruga sus ojos celestes.

Ella debía regresar su amor, devolver de alguna manera todo lo que aquel hombre le había entregado.

Aquel cielo estaba muy oscuro para tener una luna llena de adorno. Los gritos del hombre eran vacíos, no se sentían. La niña se transformaba en una pequeña devora carne. Había asfixiado con pequeñas gotas de veneno a aquel ser.

—Esta es mi muestra de amor hacia ti, por favor, tómalo.

El hombre yacía muerto en la cama. Su estómago estaba abierto de par en par, las costillas revelaban todos sus órganos. El olor empezaba a ser agrio. La piel se descomponía.

Ella seguía allí, al lado de aquel hombre. Abrazada a él. La muerte se los había llevado. Mientras lloraba por tan preciada ofrenda. Ya sabía que debía hacer a cambio. Él sería el próximo...

 Él sería el próximo

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Hola, hola

¿Están bien?

¿Qué les pareció el cuento?

Es inspirado en la canción de Kikuo ft. Hatsune Miku - Gome ne, gome ne

Se las dejo por aquí, por si quieren oírla :>

Me despido por hoy, tengan bonito día <3

¡Besos y coman pizza!

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