CAPÍTULO 8

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Tenia pensando subir el domingo, pero hoy me nació el amor *muy rara la vez* para publicarlo hoy.

El amigo.


Liam.

Malditas cortinas.

Se me olvidó cerrar las cortinas para que el maldito sol no me pegue en mis ojos.

Busco mi teléfono en mi mesita de noche, buscando la hora.

11:30am. Recupere la desvelada.

Estuve estudiando hasta las 3 de la madrugada hasta que me supiera las malditas leyes.

Me levanto de la cama, necesito distraerme.

Como obra bendita, mi distracción favorita y hermosa hace que suene mi celular.

Qué belleza hizo Dios joder.

Si sin conocerla en persona estamos embobados, no me quiero imaginar cuando la vea.

Nos vamos a desmayar de tanta hermosura acumulada.

Concuerdo.

Adeline Miller: Buenos días dramático, mejor dicho buenas noches. :)

Liam Reynolds: Buenos días mandona.

Adeline Miller: ¿Terminaste tarde tus tareas?

Liam Reynolds: Si, hasta que se me queden las malditas leyes, pero en fin, ¿cómo estuvo tu sábado con tus amigos?

Adeline Miller: Nada fuera de lo normal, vimos películas hasta que nos quedamos dormidos, estuvo muy bien.

Liam Reynolds: Me alegro mucho mandona.

Adeline Miller: ¿A que hora haremos la videollamada?

Liam Reynolds: No sé... a la hora que quieras.

Adeline Miller: Puede ser un poco más tarde, tengo que estudiar para un examen.

Liam Reynolds:  Está bien, por mi perfecto.

Adeline Miller: ok, me tengo que ir cosas de señora de casa, hablamos más tarde.

Liam Reynolds: No entendí pero bueno está bien.

Adeline Miller: Las cosas de señora son hacer los deberes del hogar, menso.

Liam Reynolds: Ahhh ya, pues así dime. Te dejo que hagas tus cosas.

Dejó el celular, mientras me empiezo a levantar de la cama.

Salgo de mi habitación donde nuestras puertas de las habitaciones están casi enfrente mientras qué el baño divide esa parte. Entró a la sala encontrándome a Miguel, buscando algo para comer en la cocina.

El departamento no es grande, al menos hay dos habitaciones, un sala, cocina y un baño completo y un pequeño cuarto donde está una lavadora y la secadora.

Me siento en el sofá.

—¿Qué me vas a hacer de desayunar, mi amor?— me burlo de Miguel, sonriéndole.

—Si seguimos así, vamos a parecer matrimonio gay—dice Miguel, sacando un tarro de leche, empieza a buscar en la alacena platos y el cereal.

—Dios quiera que no.

Saca todo poniendo todo en la barra de la cocina, me levanto, para ir a sentarme en un taburete donde esta la barra.

—Oye me dijo Cameron que haran los del equipo una noche en Karaoke en un bar, ¿vienes? —dice mientras se sirve su cereal.

ERROR PERFECTO [En Edición]Where stories live. Discover now