ERROR PERFECTO [En Edición]

CAPÍTULO 17

UNA VERSIÓN DIFERENTE.

LIAM.

Tengo novia.

Sí.

Tengo novia.

Si ya lo dijiste.

Y es Adeline.

Ya lo sé.

Adeline es mi novia.

Toda una semana he estado con una estúpida sonrisa que no se me quita con nada.

Miguel por más que quiere hacerme enojar no puede y eso le frustra más.

Pero se me quitó el viernes en la mañana.

Papá llegó a la casa.

A mí departamento.

Se puso muy firme pero sin antes juzgar con la mirada todo el apartamento.

—Te dije que estaba más caro en el otro lado—dice mirando a su alrededor.

—Y como bien te dije antes no me interesa esta conversación—se sienta en el sofá y estoy delante, no siquiera quiero sentarme— ¿Qué desea el honorable dueño del buffet en mi humilde apartamento?

En el rostro se le hace una sonrisa agria

—Por el motivo que te quiero presentar el buffet como nuevo dueño y que se haga un contrato prematrimonial con la hija de uno de los dueños más importante en el país.

Me empieza a hervir la sangre.

—¿Cómo?

—Si, como escuchaste— se acomoda mejor— Ya está hecho, Melissa tiene tu edad y curiosamente va en tu misma escuela.

—¿Melissa?—pregunto incrédulo—La capitana de porristas

Asienta.

—Como sea, el punto es que hable con su padre y con ella justamente hace unas semanas y están de acuerdo este contrato, unirá a los mejores abogados del país y junto con ella te podrás quedar con las empresas.

Me río incrédulo.

—Deja entiendo—lo miro con enojo pero con una sonrisa de boca cerrada— Me estás diciendo que aparte de que mañana vas a llevarme al buffet para enseñarme todo, arreglaste un matrimonio con una de mis compañeras, que casualmente su padre es dueño de un buffet más importante del país para que yo me quedé con todo eso, sin decirme y sabiendo que yo ahora estoy saliendo con alguien.

Lo entendiste bien.

—¿Es encerio papá?—cruzo los brazos—Ni creas que voy a casarme con ella.

Se levanta del sofá.

—Pues lo vas a tener que hacer—dice mirándome fijamente—Nuestro buffet es lo único que te queda y sin importar que,vas a hacer lo necesario para la familia.

—¿Familia?—digo, subiendo una ceja— ¿Nosotros? Por Dios no somos familia. Se que amas a mamá y lo entiendo, pero no por que ustedes se adoren no significa que somos familia.

Me alejo de él.

—Sobre todo tu y yo. Así que no te hagas ilusiones en que me case con Melissa. —suspiro— Ire al buffet pero no para ponerme de acuerdo en una dichosa boda.

Está serio,pero su cara se ve dura y tenso.

—Por si sabías tengo novia y me vale un carajo, como siempre, las miles de soluciones que quieres que me case con la mujer que tú decides.