ERROR PERFECTO [En Edición]

CAPÍTULO 14

UNA CENA CON CONFLICTO

Liam.

Una semana.

Hace una semana la vi, ¿si lo logran entender? ¡La vi!

No se puede explicar la alegría y la emoción que me inundó al verla, fue mejor de lo que esperaba.

Tan solo verla se me iluminó todo, es tonto pero el tenerla en mis brazos aunque sea por muy corto tiempo me confirmo que ella es la felicidad que por tantos años deje de buscar.

Nos hemos seguido llamando, viendo películas juntos, el decirle que nunca he visto una película de Marvel fue lo mejor.

La mejor idea que sé te pudo ocurrir.

Le dije que no había visto esas películas cuando, al menos, he visto cinco de ellas. Pero no me pude resistir

Cuando vi la emoción que sé veía en sus ojos al ver la primera no me pude negar. Se lo iba a decir al terminarla pero simplemente la alegría que le daba al explicarme cada película, valía la pena.

He seguido con la carrera—muy a mi pesar—Pero por desgracia he sacado buenas calificaciones, pero con tal de que mis padres no me joden y presionen, estoy bien.

Mamá me llamó esta mañana por su cumpleaños, aunque no quiero ver a mi padre, al menos mi mamá no me apoya  al 100% en ser fotógrafo pero al menos me ha guardado el secreto de mi estudio, con tal de que papá no me arruine algo bueno que hice.

Así que si, tengo que ir hoy a verlos, cuando hoy sábado tenía planeado hablar como siempre con Adeline.

Para mi desgracia me estoy arreglando para la dichosa cena. Un pantalón de vestir azul marino y una camisa blanca decente, con eso me basta.

Me estoy poniendo la camisa mirándome en mi espejo completo, cuando abren la puerta. Entra Miguel sonriente y se queda parado en una esquina recargado a la pared.

—Y eso, ¿a donde vas a ir? —pregunta.

—Es el cumpleaños de mamá, tengo ir a la cena—me abotono los botones de la camisa,lo miro por el espejo.

—Ya que—Suspira, pero se acomoda mejor y me sonrie—Oye se me olvido preguntar, ¿cómo te fue con Adeline?

La pregunta me cae de golpe cuando me estoy acomodando las mangas de la camisa. Lo miró a traves del espejo, intentando qué no se vea mi sonrisa estúpida cuando la nombra.

Pero por lo que veo se extiende más su sonrisa.

—Por lo que veo muy bien—se sienta en mi cama—¿Y? ¿Qué hicieron? Necesito detalles—se corta el mismo— Bueno, todoos los detalles, tampoco, no me quiero traumar.

—No hicimos eso—no quiero presionar, aparte el tiempo de ella llegará—Simplemente vimos una película y la llevé a mi lugar.

Suspira y cruza los brazos.

—Me siento indignado—se señala el mismo—A ella apenas la conoces y yo soy tu mejor amigo desde hace 2 años.

Ahora yo soy el indignado.

—De hecho son dos meses—digo como niño—. Y sobre lo otro no se me ocurrió llevarla.

Y no miento al decir que la quise llevar. Y más por ese cierre de la noche.

Y como si mi mente quisiera, me llega el recuerdo...

—¿Quieres una manta?—pregunté, al entrar de nuevo a la cabaña.