ERROR PERFECTO [En Edición]

CAPITULO 19

NAVIDAD DIFERENTE.

Adeline

Navidad.

Días dónde todo es perfecto, la felicidad que llena al tener a tu familia unida a pesar de los problemas.

Mi abuelo me enseñó que son días de felicidad pero también de verdad; es donde ves la verdad de la gente, la hipocresía, sinceridad y cariño verdadero o…

A veces las mentiras de un error.

Las vacaciones de invierno son lo que mejor me gusta, sentir y pensar las cosas.

Liam se fue a visitar a sus familiares, a pesar de lo de su papá, decidió ir a ver a su mamá junto con sus abuelos para que está vez no salga con problemas.

La verdad, nunca pensé que su papá hiciera un trato así por dinero, pero lo que más me sorprendió fue como Liam defendió a capa y espalda una relación, relación que no lleva mucho.

“—Esto va enserio y quiero que lo sea.

—¿Por cuánto?

—Hasta que mi corazón te deje de querer y eso es nunca”

Esas palabras me abruman,pero al mismo tiempo siento alegría, de que alguien… aún con palabras y hechos.

Las palabras solo nos quedan grabadas en nuestra mente como recuerdo pero sin saber de su verdad. El hecho queda guardado en la mente,en cuerpo y en el corazón porque no cualquiera lucha y hace todo por ti.

Aunque Liam le dijo que tal vez vendría después de navidad, no creo que esté más lejos que de la universidad.

Aunque…sabe lo que pasa en estas fechas.

—Cariño—habla con dulzura mamá, interrumpiendo mis pensamientos— ¿Me ayudas con la ensalada?

Sonrió tensa y me levanto a ayudar a picar la manzana.

—¿Estás bien?—me voltea a ver

— Si mamá, solo estaba pensando— me concentro en picar y más bien evito su mirada.

Se queda callada, la veo de reojo cómo se queda a mi lado.

—¿Tienes miedo?

La miro sorprendida, nunca hablamos de eso.

—No, solo no se…no creo que venga—mi voz demuestra tristeza

— No creo, nunca lo hace a menos solo para disimular con su familia.

Suspiro.

—En fin— digo quitándome la tensión— ¿Y Michael?

Se encoge los hombros mamá.

—No se dijo que iba por unas cosas y de paso pasaba a ver a Miguel.

—No sabía que eran tan amigos— digo extrañada