𝓬. 006

21.2K 1.7K 4.3K
                                    

𝓔 | ESME STANFORD

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

𝓔 | ESME STANFORD

Mi mirada se encontraba fija en la cafetera que preparaba mi desayuno de una manera demasiado lenta para mi gusto. Tal como cada noche de la última semana, apenas podía conciliar sueño en los horarios que quería — horarios que eran bastante desordenados gracias a los diferentes turnos en el hospital que me daban.

Era día sábado, lo que significaba que casi se cumplía una semana desde que había visto a Draco — y claro, no había dejado de pensar en él.

Me frustraba la facilidad con la que había vuelto a meterse en mi sistema como si nada, habían pasado ya tres años desde que habíamos terminado todo, y de alguna manera lo que sentía por él parecía seguir ahí, completamente intacto.

Y me daba náuseas sólo pensar en encontrarlo de nuevo.

De alguna manera, tenía que sacarlo de mi cabeza — tenía novia, y claramente no iba a gastar mi tiempo sufriendo por alguien que ya no tenía ni el más mínimo interés en mí.

Eso sin contar que yo también tenía novio, lo cuál hacía la situación mucho peor.

—Te ves distraída, ¿sucede algo?

La voz de Antoine me hizo asomar una pequeña sonrisa, y negué de inmediato con la cabeza mientras él se acomodaba detrás de mí, rodeando mi cintura con sus manos.

—Nada, sólo tengo la cabeza en otro lado porque apenas he dormido —suspiré, mirando mi tazón de café ya lleno.

—Bueno amor, si tomas café, dudo que puedas lograr dormir algo por la tarde —soltó una pequeña risa, besando mi mejilla cortamente—. Podemos quedarnos aquí hoy, y pedimos el almuerzo a domicilio. Así ves si puedes dormir algo después.

—¿Seguro? Pero será muy grosero si no vamos al almuerzo que nos invitó tu madre —me lamenté, girándome hacia él para llevar mis manos a cada lado de su torso.

Lo acerqué a mí, mientras sus manos subían a mi rostro — me estaba sonriendo, lo cuál me hizo imitar su gesto.

—Mamá entenderá si no vamos un día —rodó sus ojos, acercando su boca a la mía—. Y podemos hacer cosas más interesantes aquí, ¿no crees?

—¿Como pasarlo acostados todo el día? —alcé una ceja.

—Entre otras cosas, sí —asintió, ladeando mi cabeza con su mano, y bajando su boca a mi cuello para dejar pequeños besos en él.

Solté un pequeño jadeo cuando su cuerpo se presionó contra el mío, y de repente me encontraba completamente caliente ante la repentina cercanía de él.

Alejé su boca de mi cuello para llevarla a mis labios, y enredando mis brazos alrededor del suyo, di un pequeño impulso para quedar sobre el mesón de la cocina.

Sweet & Mint | Draco MalfoyWhere stories live. Discover now