𝓬. 008

18.9K 1.7K 1.8K
                                    

𝓓 | DRACO MALFOY

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

𝓓 | DRACO MALFOY

Después de un largo día, finalmente había podido salir de esa jodida oficina en la que me sofocaba todo el día. Entre informes y papeleo, mis ojos ya habían comenzado a arder, y lo único que se me apetecía era llegar a casa a tomarme una buena copa de vino

Miré rápidamente la hora en mi reloj, y me di cuenta de que aún estaba a tiempo de pasar a comprar alguna botella — no sabía cómo había dejado hasta último momento el dejar las compras del mes, pero de todos modos no importaba mucho.

Con mi teléfono, podía pedir prácticamente cualquier cosa desde mi apartamento.

Al recordar mi aparato, lo saqué de mi bolsillo mientras acomodaba la cuerda de mi maleta sobre mi bolso, para ver si había alguna novedad. O en realidad, para ver si tenía alguna llamada perdida de Esme.

El día anterior me había escrito para avisarme que estaría ocupada todo el día haciendo rondas en el hospital en el que trabajaba, y claro, no iba a ir y molestarla cuando seguramente estaba salvando vidas en ese mismo momento.

Pero eso no impidió que pensara en ella todo el día.

Era como volver al año que nos conocimos — todo este tiempo que habíamos estado alejados, había aprendido a vivir con el hecho de que quizás nunca más volvería a verla. Ya no pasaba por mi mente tan seguido, e incluso me había olvidado de su último cumpleaños.

Bueno, no me había olvidado completamente, sólo no le di demasiada importancia como en años anteriores cuando me aseguraba de mandarle una carta deseándole mis mejores deseos para ella.

Desde aquel día que recibí su llamada, toda su existencia se había apoderado de mi ser por completo, una vez más. Pensé que jamás volvería a tener a alguien tanto en mente como a ella en ese tiempo que estuvimos en Hogwarts — y en parte tuve razón.

Al parecer, era la única capaz de causar tal efecto en mí.

Y una vez más, estaba mal. Estaba mal porque sabía que ya tenía una relación estable con un chico en Francia. Un chico de su edad, y que al parecer era abogado. No quería parecer un completo acosador, pero no pude evitar que mi curiosidad me ganara al investigar más sobre él.

Tenía al parecer veintinueve años, y hace un tiempo se había graduado como abogado en la Universidad de Francia. Era de familia pudiente, y actualmente trabajaba en la firma de abogados más importante de Europa.

Siendo sincero, jamás imaginé que Esme terminara saliendo con un chico como él. ¿Y cómo era él? No tenía ni la más mínima idea, pero estaba seguro de que no era su tipo — o al menos eso quería pensar.

Porque su tipo era yo, ¿no? ¿Cuántos magos platinados existían en el mundo mágico?

Justo cuando guardaba mi móvil de regreso en mi bolsillo, comenzó a vibrar. Lo saqué desesperadamente, sintiendo que si no lo contestaba en ese mismo instante, quizás nunca más me llamaría.

Sweet & Mint | Draco MalfoyWhere stories live. Discover now