XIII| DESNUDEZ

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HOLA MIS AMORES!!!

Siento la demora, pero espero que el capitulo compense la espera.

He estado ocupada editando el libro de Freya y apenas si me queda tiempo.

Recuenden que esta es una historia que toca temas fuertes, y los protagonistas no son precisamente seres celestiales.

El infierno se antoja mas como su lugar indicado.

Espero sus reacciones, y que comenten y reaccionen para que interactuemos.

Tratare de actualizar mas rapido.

Les ama.

Jen <3

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BESTIA

ʚ•ɞ

Averno...

Mentiría si se dijese que la expectación estaba gobernando cada parte de su sistema, que el cuerpo lo poseía como una caldera y que la maldita abstinencia por una noche más lo iba a enloquecer.

Y no precisamente por falta de oportunidades, puesto que, sin ánimo de alardear, Abigail mantenían más que puesta a complacerle y Eloísa, aunque no se le había ofrecido con la mirada le demostraba que estaba en función de uno solo de sus movimientos para abordarlo regresando a sus encuentros furtivos.

Unos que cesaron desde el momento en que ella se manifestó ante sus ojos.

No sabía que tenía para ocasionar ese actuar en su persona, pero lo cierto, es que, aunque no lo entendiese su cuerpo en esos momentos solo ansiaba probar aquello que se estaba reteniendo para abordar.

Su cuerpo, su boca.

Cada parte de su ser.

Todo en ella.

Cada gramo de su piel de porcelana, esa tan nívea, que la sola idea de besarla lo hacía endurecer partes de su a anatomía hasta el punto de doler.

Por eso, es por lo que, apreciándose como un adolescente urgido por experiencia sin poder controlar sus instintos, es que ni siquiera tuvo la delicadeza de llegar a la residencia en donde se hallaba su "Adorada" esposa para explicarle su ausencia, empezando porque era algo que nunca le aclaraba.

Solo le mandó una precaria nota especificando que tenía carta blanca para seguir con sus artimañas, y juegos de cama con su nuevo amante.

El no sería quien para privarle de esos momentos de goce.

Con eso se fue directo al club de caballeros entrada la noche, después de pensar con cabeza fría como procedería ante la dama misteriosa que no desaparecía de sus pensamientos, de una forma que lo estaba abrumando.

Recordarla era algo que le fastidiaba, así que, dejándose llevar se pondría manos a la obra a la voz de ya.

Era un desenfoque que no se podía permitir, por tanto, se liberaría de este y seguiría con su plan inicial, que ni Luisa había logrado cambiar.

Por suerte portaba prendas en la habitación que le había cedido a la rubia, la cual no andaba por esos lares cuando se internó en la habitación, seguramente bajo las órdenes de Eloísa. Por eso, decidió pedir que se le llenara la tina con sales y esencias a su gusto.

EL CORAZÓN DE LA BESTIA (EL LOBO DE ALBEMARLE) *INADECUADOS 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora