XLII| PIENSA MAL...

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Hola mis amores.

Tiempo sin leernos, pero hoy comenzamos con la maratón de los capítulos finales de la bestia y su belleza.

De ante mano les pido que no me odien por este capitulo.

Trae escenas fuertes que me han hecho erizar y llorar.

Pero no me alargo mas, porque les daré spoiler y quiero que disfruten la lectura.

Espero sus reacciones.

Les ama.

Jen <3

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BESTIA

(Paris – Francia)

Beaumont – Louestault.

Terreno colindante entre el castillo de Beaumont y el Babette Palace.

Abril de 1808...

Desconfiaba de ella.

De al guan manera, por más de que lo quisiera la situación se estaba volviendo insostenible en su cabeza, pese a que el comportamiento de Aurora seguía siendo el mismo a su alrededor.

No le ocultaba ninguna de las misivas que le habia hecho llegar ese hijo de puta lunático, ni mucho menos las de Alicia, dándole a entender que estaba pensando como él.

Sin embargo, eso le parecía más extraño que la revelación en sí, en donde al perder los papeles le manifestó que sin él se moría.

Era impulsiva, caprichosa y voluntariosa. Por eso, es que tenía los ojos puestos en su comportamiento, pese a que aparte de la ansiedad de que Warrington le hiciese algo a la niña seguía actuando conforme a lo que estaba acostumbrado a percibir en ella, cuando no paraba un segundo.

Cosa que le hacía pensar mal por lo mismo, con la zozobra constante que en cualquier momento la situación se complicaría, y el miedo a perderla lo inundaba de la sensación de abandono más aniquiladora que habia sentido en la vida.

Soltó el aire que no sabía desde hace cuánto le faltaba para tratar de calmarse, mientras la veía pasear con Lady Eunice de Borja, con los brazos entrelazados como si fuesen amigas intimas, que no dudaba que tuviesen ese vínculo al compartir cierto tipo de pensamientos.

No teniendo argumentos para alejarlas cuando en al pasado fue la que evitó que el Prusiano la desgraciara, y ahora con su lengua bífida de alguna manera la calmaba para que no fuese a cometer una locura.

Lo cual también comprendía, porque él se estaba rebanando los sesos pensando en la pequeña Alicia.

Esa niña que se habia ganado su voluntad en el corto tiempo que compartieron, demostrándole, que, de la escoria podia nacer una luz de esperanza, que si no fuese por Aurora ya se hubiese convertido en un parche más de oscuridad.

Aunque no podia estar seguro de que siguiese asi cuando estaba en manos de ese malnacido.

¿Cuánta influencia poseía Aurora sobre el ángel caído?

La suficiente, pero no estaba seguro de que fuese contundente para frenar sus aberrantes instintos.

Meneó la cabeza notando que estaba siendo admirado, por dos flancos, y al analizar la espalda de su belleza, advirtió que a ella tampoco se le habia pasado por alto, pese a que continuaba paseando y charlando de manera animada con la culebra Borja.

EL CORAZÓN DE LA BESTIA (EL LOBO DE ALBEMARLE) *INADECUADOS 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora