25: Loyalty

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Cuando por fin creyó que el traje que llevaba era el adecuado y recibir la aprobación de Soyeon, Agust cogió las llaves de su camioneta y salió corriendo en busca de Taehyung.

— No te olvides de entregarme el traje lavado, no lo quiero apestando... — el rubio escuchó hablar a Seokjin mientras corría al estacionamiento — ¡Y de nada por limpiar la sangre de tu mugrosa chatarra!

Eran las 6:35 PM.

La empresa de Taehyung no estaba muy lejos de la casa de Seokjin, pero el rubio no sabía si en el camino habría tráfico, así que de todas maneras debería ir rápido. No quería hacer esperar al moreno.


🌪️


A pesar de haber llegado 10 minutos tarde, al terminar de estacionar lo primero que vio Agust fue a un Taehyung esperándolo apoyado en la pared a un costado del ascensor, en un traje negro precioso.

La camisa también negra era algo transparente y traía un collar con efecto cascada plateado, unos pendientes largos que en conjunto a su larga cabellera oscura se veían fascinantes.

Agust siempre tuvo en claro que la belleza que tiene el menor es sobrenatural, y no solo ahora, siempre, desde el minuto cero en que lo vio. Los mínimos detalles que poseía, como el lunar que tiene debajo de su ojo, el de la nariz e incluso el de su labio, cada mínimo detalle que poseía lo hacían más que perfecto.

Claro que el rubio, quizás, prefería una vista más natural del moreno, como cuando está hecho un desastre debajo él, todo sudado, sus lujuriosos labios rojos e hinchados, y con los ojos llenos de lágrimas por el exceso de placer... esa vista podría catalogarse como la octava maravilla del mundo, pero, quizás, Agust prefiera tenerla para sí mismo, solo él, el mundo no merece ser espectador de tan sublime belleza.

La sonrisa formándose en esos labios rosados del menor cuando nota la presencia del pálido, hace que a este último se le acelere el corazón y se contagie devolviéndole la sonrisa.

— Hola hermoso, lo sien... — el mayor trató de disculparse por el retraso mientras se bajaba del auto, pero el cuerpo de Kim envolviéndolo en un abrazo no le dejaron continuar.

— Te extrañé — susurró Taehyung en el oído ajeno y escondió su nariz en el cuello del mayor, se le estaba haciendo una costumbre tener el olor de Agust cerca de él.

El rubio no sabía que era toda esa emoción que lo estaba invadiendo, pero se sentía bien, bonito, incluso opacó el pequeño pinchazo de dolor que sintió en el hombro tras la repentina acción del moreno.

— También te extrañé... — el mayor lo tomó por la cintura, logrando que el contrario sacara su cabeza de su escondite y dejó un pequeño beso en su frente, ganándose una risita del menor.

— Sabes, estás muy guapo hoy, ese traje te queda muy bien.

— Taehyung... ¿tu te has visto?... eres... no sé como decirlo... — el rubio se acercó al oído del menor y susurró — Eres el ser más hermoso que existe en la faz de la Tierra. — dejó un beso en la sien de Kim, lo miró unos segundos a los ojos mientras que con su mano derecha acariciaba su mejilla sonrojada y su otra mano seguía posada en la pequeña y fina cintura de Taehyung.

Agust hizo lo que su corazón le estaba pidiendo a gritos desde que vio al menor esperándolo.

Lo besó. Un beso lento, suave, saboreando esos labios hermosos con dulzura, tratando de transmitir todo lo que sentía por el menor pero que no se animaba a decir en voz alta. Yoongi esperaba que Taehyung pudiera sentir toda la necesidad que sentía por él a través de ese beso.

I SEE RED | YOONTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora