29: Donghae

731 100 28
                                    

Él había sido entrenado para tener la capacidad de controlar sus emociones en momentos de tensión, riesgo, peligro, en todo momento tenía que mantenerse con la cabeza fría.

Sin embargo, esa noticia lo había agarrado desprevenido.

La ansiedad se estaba haciendo presente en su ser, mientras manejaba con una mano, mordía sus uñas y la piel de los dedos de la otra.

Cuando recibió aquel mensaje se disculpó con todos, sobretodo con Taehyung, comentando que tenía algo importante que hacer y debía retirarse en ese momento. Recibió una mirada de preocupación del moreno, pero que fue disuelta cuando el rubio le regaló una sonrisa, prometiéndole que lo vería en la noche.

Al llegar al territorio de su hermano puede notar que hay movimiento, mucho movimiento para su gusto, su gente encubierta está vigilando las calles y eso solo incrementaba su temor.

Llegando a la ubicación que le había mandado Seokjin por mensaje, vio a Soyeon en la entrada junto a Jackson, quien tenía una mano en el arma de su cintura, preparado para actuar si así se requería.

— ¿Está dentro? — preguntó Agust bajando de su auto y acercándose a ambos chicos.

La chica negó con la cabeza. Ahora de cerca, el rubio podía ver a su hermana preocupada, al igual que él.

— Seokjin, te explicará, síguenos. — habló Wang.

Las puertas se abrieron para que los tres chicos ingresen a la mansión.

Llegando a la puerta de la oficina de su jefe, Wang les dio una mirada a ambos chicos invitándolos a entrar.

— Tengo que volver a mi guardia... Seokjin los espera adentro. — se marchó dejándolos ahí.

Una cosa era tener miedo por lo que desconocía de los recientes sucesos, pero una vez que abriera la puerta las cosas podrían cambiar para mal, Agust lo sabía, abrir aquella puerta sería confirmar el caos que siempre viene de la mano de su Padre.

Tanto Soyeon como él cruzaron miradas, tras un suspiro y un asentimiento de ambos, el rubio abrió la puerta.

Seokjin se encontraba viendo todas las pantallas que había en su oficina, mirando todas las imágenes de las cámaras que tenía en su territorio.

— ¿Cómo es eso que Padre está aquí? ¿No estaba en América?  — cuestionó el rubio.

El mayor de los tres hermanos negó con la cabeza, volteando a mirarlos.

— Tu mismo lo has dicho, estaba... — se sentó en uno de los sofás, trataba de mantenerse sereno, pero Agust sabía que no era cierto — Siéntense.

— ¿Jin, podrías explicarnos por favor? — la chica se sentó, jalando a Agust con ella ya que no daba señales de moverse — Me voy a quedar calva con la ansiedad.

— Uno de mis contactos del aeropuerto me contactó hace dos horas... Él estaba en el vuelo de escala que venía desde Brasil, y según me informaron no está solo, viene con el segundo equipo.

Si la presencia de su padre en Corea era una mala noticia, el panorama había empeorado con la mención de sus acompañantes.

— ¿Esos hijos de putas siguen con él? — la molestía de Soyeon se notó en su voz.

— Era de esperarse, si son como parias que no pueden hacer nada solos, viven de las miserias que les da Donghae...

Los otros dos miraron sorprendidos al rubio, todos sabían el nombre de la persona que los metió en esa vida, quién los entrenó como máquinas de matar, sin embargo, todos habían aprendido a dirigirse a él como Padre, al igual que ellos se decían hermanos.

I SEE RED | YOONTAEWhere stories live. Discover now