The Price of Loving You [Vegaspete]

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Khun Vegas y Pete son conocidos por ser hijos de familias adineradas con gran influencia tanto nacional como internacional, ante el ojo público son grandes empresarios pero hay ciertos negocios que nadie más que las familias conocen y así está bien, al menos para ellos.

Vegas es el hijo mayor, un tipo guapo que llama la atención de cualquiera, muy codiciado por los chicos y las chicas pero nunca tuvo una pareja porque le encanta ser libre. No es la persona más amable del mundo pero tampoco es la más grosera que puedes imaginar, está en equilibrio.

Entonces hablemos de Pete, un lindo rostro y un bonito cuerpo con lindas curvas, de piel blanca y parece ser bastante delicado pero en sí es más fuerte de lo que muchos creen. Le encanta ser el centro de atención y sabe el poder que tiene, le gusta coquetear pero no con cualquiera, no cualquiera puede ser el favorito de una noche pero si te elige entonces considerate con mucha suerte.

Ambos tienen vidas parecidas pero una que otra cosa los diferencia, a pesar de tener el mismos círculo social nunca tuvieron una conversación que durará más de unos cinco segundos y es que apenas se miraban, cada quien vivía como mejor le parecía hasta que sus padres tuvieron la grandiosa idea de juntarlos, que absurdo ¿Cierto? Pues si, era absurdo pero no para las familias, estaban más que interesados en verlos unidos por matrimonio incluso si apenas se sabían sólo sus nombres.

Cuando la noticia se les fue anunciada el más afectado fue Pete, no quería casarse con un tipo como Vegas, era guapo y todo lo que quieran pero no lo soportaba, esa aura tan imponente le molestaba pero eso no era la gran cosa para sus padres, mientras tanto Vegas simplemente ignoró el tema hasta que las cosas se pusieron serias, la presión era cada vez más hasta que aceptaron. Ambos sabían que era la peor decisión que habían tomado en sus vidas pero ¿Qué podían hacer ante los deseos de sus padres? Si, aveces ser de familia adinerada traía consigo ciertas situaciones que a nadie le gustaría pasar.

La boda fue dejado en manos de las familias porque Pete no tenía tiempo ni mucho menos ganas de organizar su matrimonio forzado, era un gran problema para ambos pero se convertirían en esposos en menos de lo que imaginaban y ninguno podía procesar con claridad aquella idea.

Cuando se casaron todos estaban felices menos los protagonistas, que desastre pero era mejor mostrar una sonrisa que recibir un regaño de sus progenitores.

Y es así como les fue entregado su propia casa, si, la convivencia empezó, al principio apenas se veían las caras pero cuando empezaron a dirigirse la palabra no era más que para discutir porque no estaban acostumbrados a compartir su espacio, se sentían sofocados con tal situación y como siempre el más afectado era Pete.

La noche cayó en Bangkok Tailandia, el silencio en la casa estaba presente hasta que el timbre sonó así que después de lanzar pequeñas maldiciones en voz baja fue a abrir la puerta y se encontró con alguien que no conocía.

— Disculpa ¿A quién buscas? — Observó detalladamente a la persona frente a él.

— Oh sí, me presento, soy Tawan y estoy aquí porque Vegas me llamó ¿Tú eres?

— ¿Él qué? — Cómo se atrevía a llamar a ese tipo de gente a SU casa, maldito loco.

— Cómo sea ¿Podrías decirle qué estoy aquí? — Por supuesto, sabía quién era, sabía que Vegas se había casado pero eso no era tan importante.

— No está — Suspiró— Pero le avisaré de tu visita cuando vuelva.

— ¿Cómo puedo saber qué estas diciendo la verdad? —

— No te atrevas a cuestionarme en mi propia casa, vete — Soportaba ciertas pulgas pero este estaba acabando con su pequeña paciencia.

— Cómo digas, no te olvides de decirle — Sonrió y se fue tan rápido como vino, no quería discutir con el esposo histérico de su ¿Amante? Quizás.