The Price of Loving You [Vegaspete]

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Después de dejar su casa condujo sin rumbo definido, estaba molesto y harto de la presencia de Tawan incluso si este no se aparecía seguido en su casa, más que nada su molestia era porque Tawan estaba en medio de su matrimonio y poco le importaba si Vegas lo amaba o no pero no pretendía compartir a su marido con esa persona ni con nadie ¿Estaba celoso? Jamás, sólo quería demostrar su autoridad.

Llamó a Porsche quien demoró unos minutos en contestar.

Porsche: Discutí con Kinn.

Pete: Hice lo mismo con Vegas.

El suspiro de ambos se escuchó en la línea telefónica.

Pete: Te espero en el centro comercial, tú sabes donde.

Porsche: Esta bien pero supongo que algunos guardespaldas irán conmigo.

Pete: No tengo ningún problema.

Colgó y en unos minutos estaba en el centro comercial que visitaba seguido junto a su mejor amigo, quizás ninguno tenía suerte en el amor pero al menos tenían dinero, sería triste no tener ninguno de los dos.

Al pasar media hora pudo ver a Porsche venir hacia él así que le hizo un ademán de manos para que se apresure.

— ¿Por qué demoraste tanto? — Hizo un mohín con sus labios— Pensé que no vendrías.

— Kinn no me dejaba salir así que tuve que ir con mi suegro y acusarlo por ser tan idiota, entonces solo me dejaron salir con dos guardespaldas.

Pete miró a los que vinieron con su amigo, ya los había visto en algunas ocasiones pero jamás había cruzado palabras con ellos.

— Anakinn es tan estúpido como su primo, en realidad toda esa familia lo es.

— Me estoy cansando y te juro que cuando la gota derrame el vaso voy a trapear el piso con ese imbecil.

— Seamos honestos, todavía no lo haces porque tienes cierta esperanza de que mejore.

— Es algo mínimo pero todavía existe — Suspiró.

— Ya que nos acaban de dar disgustos que tal si les damos ciertos disgustos también — Sacó una de las tarjetas que Vegas se lo entregó por motivo de su boda.

— No puedo decir que no — Soltó una risita traviesa y sacó no una, sino dos tarjetas — Lo voy a disfrutar como no tienes idea.

— Supongo que de algo van a servir tus sombras — Se burló.

— Si, creo que fue buena idea.

Empezaron a visitar tienda por tienda, no salían de un lugar sin comprar algo incluso si era ropa que difícil vestirán.

— Señor Porsche — Habló uno de los guardespaldas— Se que no debería decir nada pero creo que ya no alcanza algo más nuestros brazos.

— Ugh Big, de todo te quejas — Rodó los ojos.

— Tranquilo, ya estamos terminando.

La hora se pasó volando, se sentían mejor después de sacar su estrés haciendo numerosas compras pero de algo tenía que servir sus malos momentos.

Pete observó a Porsche mientras este le indicaba a Big y Ken que fueran a la casa a dejar sus cosas porque todavía no tenían intenciones de volver.

— Pete... — Miró a su mejor amigo — ¿Qué tal si vamos a un bar? Tengo muchas ganas de beber.

— No es mala idea — Miró su teléfono y tenía muchas llamadas de su marido, no había escuchado ninguno porque tenía el teléfono en la opción de "no molestar" de todas formas no quería hablar con él — ¿Nos vamos?