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El día era precioso, el sol brillaba y el viento golpeaba despacio, habían desayunado en un hermoso lugar que Pete eligió y a la hora de almorzar fueron a un restaurante que estaba cerca del mar.

La vista era fascinante, la playa con arena extremadamente blanca y algunas personas disfrutando de ella, Pete visualizó a una pareja junto a un bebé y se veían tan lindos.

— ¿Qué tanto miras? — Preguntó con voz suave.

— Un bebé — Volteó su rostro hacia su esposo — Es tan pequeño y adorable que me dan muchas ganas de sostenerlo en mis brazos.

— ¿Te gustaría tener uno propio?.

— La verdad es que nunca he pensado en ello, no tenía en mente casarme así que la idea de tener hijos era muy lejana pero quizás más adelante — Suspiró suave — ¿Te gustan los niños?.

— Un poco, son una gran responsabilidad porque necesitan de mucho cuidado y amor pero estoy dispuesto a ser un gran padre — Sonrió.

— Supongo que el tema de nuestros hijos todavía está en discusión — Estaba sentado frente al mayor pero decidió cambiarse de lugar y se sentó a su costado.

— Por supuesto, todavía somos jóvenes y si te soy sincero quiero disfrutar de nuestro matrimonio, cuando estemos listos entonces iremos por nuestro niño o niña ¿Qué prefieres?.

— Primero un niño y luego una niña — Mostró una encantadora sonrisa.

— Entonces eso será.

Jamás pensó que haría ese tipo de planes pero ahí estaba planeando sus hijos junto a Pete, el hombre que nunca había visualizado junto a su persona pero ahora se sentía tan jodidamente enamorado que su presencia era esencial para tener un buen día, las cosas aveces cambian tan rápido que no puedes asimilarlo completamente.

Se inclinó levemente y dejó un besito en su frente, el rostro de su esposo era tan besable que quería estar pegado a ello la mayoría del tiempo.

Estaban metidos en su burbuja pero esta fue rota cuando la camarera trajo la comida, todo se veía delicioso.

— Quiero que Chan y Big se unan a nosotros, realmente me hubiera encantado que se queden en casa porque debe ser muy pesado tener que cuidarnos casi todo el día.

— ¿Te gustaría darles un día de descanso? Así ellos pueden ir a donde quieran.

— Me parece lo más justo.

Vegas llamó a los guardespaldas y estos vinieron de inmediato pensando que había pasado algo malo pero en realidad sus jefes querían que comieran junto a ellos.

— Señorito Vegas esto no es necesario — Habló Big con su característica voz.

El mayor iba a decir algo pero su esposo se adelantó.

— Ay por favor Big, solo siéntate y disfruta ¿Esta bien? Estamos de vacaciones así que no quiero protestas.

Ambos guardaespaldas se sentaron uno cerca del otro, los ojos de Pete eran muy observadores y se daba cuenta hasta del mínimo detalle, una sonrisa se formó en sus labios porque entendió que P'chan ya había encontrado a su media naranja, que lindo es el amor ¿Verdad?.

Comieron en medio de pláticas agradables y un ambiente tranquilo.

— Quería decirles que pueden tomarse un día libre.

— Pero estamos aquí para cuidarlos.

— Lo sé pero también puedo cuidarme y cuidar a mi esposo, no se preocupen por nosotros además merecen descansar también.

The Price of Loving You [Vegaspete] Where stories live. Discover now