𝐋𝐄𝐓 𝐌𝐄 𝐆𝐎 ─── satzu

15. Afterthoughts

– Siempre quise ser detective.

A veces el silencio entre nosotras es bueno, me gusta el silencio entre nosotras. Es el mismo tipo de silencio que teníamos desde el primer momento... y quizás justamente por estar haciendo y obteniendo lo mismo es que tuve que hacer algo para cambiarlo.

Uno no puede hacer siempre las mismas cosas y esperar obtener un resultado diferente, ¿verdad?

– ¿Detective? – me pregunta, y la visión que tenía del techo blanco se ve interrumpida por la aparición de su rostro.

– Detective – le aseguro.

Ella se acomoda encima de mí y coloca uno de los mechones de mi frente detrás de mi oreja, para luego acariciar mi mejilla.

La sábana que me envuelve me separa de su piel, pero no es como si no hubiera tenido ya mucho de ella esta noche.

– Oh... y de detective a "esto" – dice mirando por la habitación de hotel donde en algún lado están nuestros vestidos de fiesta por la ceremonia que dejamos atrás – ¿No te parece que hay una pequeña diferencia?

– Sí, menos sangre y disparos... pero Hollywood siempre trae nuevos misterios – le digo y ella sonríe a nada en específico.

– Siempre creí que te gustaría más el papel de villano que de policía o del bueno.

– Estás en lo correcto – asiento a su comentario – Siempre simpatizo más con los antagonistas. Se divierten más y siempre está ese "algo", eso que los mueve a ser como son... algo que los determino... un misterio.

– ¿Y por eso siempre quisiste ser detective? – me pregunta acomodándose ahora de lado y apoyando su cabeza en su palma, sosteniéndose en su codo – ¿Quieres revelar esos misterios?

– En parte sí, era por eso – le digo, complacida de que haya entendido tan rápido mi punto – Y por otra parte, podría patear traseros y hacerme la lista. Los detectives siempre me parecieron muy soberbios.

– Encaja perfecto con tu personalidad.

– Sí, ¿verdad?

Es agradable tener este tipo de charlas. Como dije, me gusta el silencio entre ambas, pero una conversación desinteresada que no lleva a ningún lado es igual de buena.

– ¿Qué hay de ti? – le pregunto y no parece comprender – ¿Qué te hubiera gustado ser si no fueras hoy cantante y actriz?

– Desde que me lo planteé y desde que se dieron las cosas ese día... quise ser cantante, siempre quise pertenecer a este mundo.

– ¿Nunca pensaste en un plan B?

– No, tuve el "A" en frente y me esforcé sin mirar a los costados – me asegura casi orgullosa.

– Debió sentirse muy bien lograr lo que te propusiste – comento, pero me llama la atención que no obtengo ningún comentario sobre el mío.

Giro la cabeza para verla y ella parece estar sumergida en sus pensamientos.

– Bueno... – dice luego, aunque su mirada sigue pareciendo perdida – Supongo que no calculé todo y que... obtuve cosas que no me había propuesto también.

Sigo contemplándola porque es increíble... es increíble como logra generar más preguntas que respuestas cada vez que intento descifrarla.

– Gajes del oficio, "detective" – me dice volviendo su mirada, finalmente, a este mundo.

– Ya – contesto reprimiendo las ganas de indagar más en el asunto, sé lo que pasaría si lo hago y no es lo que busco – Entonces piénsalo ahora. ¿Qué te gustaría ser si no fueras una estrella de Corea?