Capítulo n°5: Parte II "Monstruos Nocturnos".

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Narrador Omnisciente.

.....Antes de llegar a la salida, alguien los detiene lazando un rayo, pero no logran ver quién es. Nuevamente se ponen de pie, intentan caminar en dirección al puente de hielo, algo no les permite avanzar.

Es una luz oscura que transmite energía pesada para no dejarlos escapar. Polisuki con su anillo de metal, rompe con el campo energético que los rodea, eso los deja pasar sin ningún problema.

Todos están asustados, en especial Saki, no esperaban éste percanse. Pero ellos sabían el riesgo que corrían al visitar a la reina Luna.

Rojo ya no puede dominar su fuerza, su desesperación por enfrentar a los enemigos puede más.

Pluto y Saki encienden las antorchas que Polisuki le da para ahuyentar a los monstruos hasta que lleguen al otro lado.

Esos pequeños monstruos nocturnos, le temen a la luz, son negros con alas puntiagudas, cola largisima en forma de hoja y círculos alrededor de la misma, no tienen oídos. Se guían por su olfato, sienten el miedo, angustia o tristeza en cualquier ser vivo y atacan, inyectando un veneno que causa muerte en menos de dos minutos. También succionan toda la sangre que su víctima posee en sus venas. El ruido que producen es aterrador, es un cascabel que suena en la punta de sus astas, en la cabeza. Causando irritación y un zumbido permanente en los oídos.

Pluto se tapa con las palmas de las manos, pero igual obstruye sus orejas, les impide avanzar. Él cae de rodillas porque no soporta el sonido del cascabel, quedando a mitad del puente, Saki lo auxilia levantándolo del brazo, él también intenta seguir a pesar de lo que sucede.

Mientras tanto los monstruos nocturnos esperan a fuera ansiosos por devorar a sus presas.

A Rojo no le afecta tanto esos sonidos, es inmune debido a los poderes que heredó de su madre.

Por un momento ya no se escuchan a los monstruos, eso los alivia hasta llegar a la entrada principal de la cárcel, Pluto y Saki descansan sentados en el hielo al costado del muro. Polisuki y Rojo planean como salir con vida.

-No creo que esos bichos se hayan ido- comenta Rojo con una respiración dificultosa.

-Yo tampoco, ¿dónde estarán los guardianes de hierro? - pregunta Polisuki.

Es un silencio más aterrador que escucharon en sus vidas, tendrán que arriesgarse a buscar una salida. La oscuridad no es de ayuda para sus ojos.

-Yo ire a ver que sucede allá fuera- dice Rojo, Pluto la mira con pánico en sus ojos.

-Es muy arriesgado que salgas sola- habla Pluto- yo también ire contigo.

Ella asiente, él lleva en una de las manos la antorcha encendida, el muro se separa automáticamente. Pone en alerta a los monstruos, avanzan a paso firme, Rojo va detrás de Pluto.

El único sonido que se oye es el andar de sus pies, apuran cada vez más sus extremidades en movimiento, exploran el lugar para encontrar la nave pero está. O al menos ellos no la ven.

Una ráfaga de viento apaga la única luz que le proporcionaba una vista de lo que tenían alrededor.

-¿Y ahora que hacemos? - le susurra a Rojo.

-Esto es una trampa estoy segura. Lucho por encender mis manos y no puedo.

-¿Por qué?

-Creo que es por la desesperación que tengo, mi cuerpo no se concentra para liberar energía- responde Rojo con la voz alterada.

-Debemos volver al muro hasta que amanezca- la lleva de la mano.

Un titán los separa en un círculo a cada uno, no pueden escapar debido a la llama celeste que los rodea.

RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora