13 de diciembre

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—¿Cuándo se van? —me preguntaba Aurora mientras me servía un poco de ponche.

—El martes en la mañana, estoy ansiosa. No se si mi mamá vendrá por nosotros o como será la cosa —conteste mientras movía mis manos. 

—Amiga, te noto diferente, ¿qué se traen?

—Nada, solo nos estamos llevando mejor y espero que mamá se de cuenta. Quiero pasar la Navidad con mi familia.

—No olvides a Sebastián, también estarás con él —dijo burlona.

—Por lo menos hasta que acabe el año, después cada uno volverá a su vida normal. No cambiará nada —afirme.

—Deberíamos hacer una fiesta, ¿no crees?

—¿Fiesta?, pero si nada mas somos nosotros tres, Aurora.

—Puedo invitar amigos, no le veo nada de malo. Así me despido de ustedes, ¿no crees?, sería relajante y divertido para todos. Podríamos hacer una especie de posada —propuso.

—Deberíamos de consultarlo con Sebastián, no se si le guste la idea.

—Yo digo que si, es mas, vamos a preguntarle ahorita a Sebastián.

—¿Yo que? —pregunto Sebastián mientras se rascaba la nuca.

—Que propuse hacer una fiesta de despedida, tipo posada, pero creo que Anya no esta muy entusiasmada —dijo Aurora mirándome.

—Yo estoy de acuerdo con la fiesta, no conviví con nadie mas que ustedes—. Sebastián le hizo segunda con lo de la fiesta, así que parecía que no abría de otra.

—Ya son dos contra una, así que hagamos la fiesta —me rendí ante los dos. 

Sebastián y Aurora chocaron las manos.

—Compren las cosas ustedes dos, en lo que yo voy avisando a mis amigos, ¿les parece? —pregunto Aurora.

—Por mi encantado —dijo Sebastián.

—Pero tendrá que ser ya que salga de la escuela, nos vemos en el súper que esta cerca de la plaza —propuse.  


Ya estaba en la tienda esperando a Sebastián, llevaba media hora diciendo que ya venía y nada. Comenzaba a desesperarme su impuntualidad, pero no había mas que esperarlo. 

—Ya llegue, no te enojes—. Sebastián comenzó a acercarse a mi—, perdón pero me surgió un pendiente y no podía salir hasta resolverlo. 

—¿Todo bien? 

—Dentro de lo que cabe, bueno no puedo hacer mucho por el momento debo de esperar algunas cosas.

—Y dale con el misterio, ya es mucho, ¿no crees? —le di unas leves palmaditas en la espalda.

—No, eso me vuelve mas interesante. Es lo mejor de mi —dijo muy seguro de si mismo.

—Tu ego es lo peor —dije para después meterme a la tienda.

Sebastián me siguió entrando a la tienda.

—¿Qué vamos a comprar? —me pregunto.

—Pues botana, refrescos y desechables. La verdad no creo que debamos comprar bebidas, no quiero que se salga de control.

—¿Aurora esta de acuerdo? —pregunto Sebastián.

—Si, se que no le gustaría que todos rompieran sus cosas por tomar de mas, así que nada de bebidas. 

Días de diciembreWhere stories live. Discover now