14 de diciembre

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Me levante temprano, realmente no hago nada productivo mas que comer pastel y ver una película de Navidad. No hago mas que ver como otras personas son felices y encuentran el amor en esta epoca, mientras yo estoy tirada como un oso. 

—Vaya, con que estas despiertas. Anoche estuvo de locos. 

Aurora me veía bastante divertida. Si, se ve que disfruto mucho lo de anoche, supongo que esta fiesta estara dentro de su top, aunque termino temprano.

—Ni lo digas, ayer estaba aterrada.

—Todos estabamos divertidos, inluso ya hay hasta videos —, me mostro el pequeño video de la pelea—admitelo, se lo merecía. 

—Probablemente, pero esto puede dañar  su carrera. Mira nadamas, parece un salvaje. 

—Pero un principe apuesto y muy salvaje por defender a su chica —guiño un ojo.

—No soy su chica, soy solo una amiga lejana, muy lejana que va a pasar las fiestas navideñas, no hay mas. 

—No lo niegues, lo disfrutaste y en el fondo se que él también, así que no te pongas de mal humor y disfruta lo que la vida te da. 

Se que Aurora trataba de convencerme que esto era lo mejor que la vida me daba, algo así como un milagro navideño. Sacado de una película, pero en el fondo sabemos que eso se acabara cuando vuelva a su vida y las vacaciones se acaben, así que el hacerme ilusiones no era muy conveniente. 

—A veces suenas como mi mamá y creeme, no es muy divertido. 

—Entonces te podría decir que lo ahuyentes de ti.

En cuanto dijo eso la mire, ¿hablaba en serio?

—¿Como? —pregunte con sorpresa. 

—Juegale bromas poesadas, se cruel con él —dijo de manera malvada. 

Lo que me dijo me causo mucha intriga, ¿de verdad podría funcionar o era broma? Propabalemente el loco soportaría todo lo que le hiciera, aunque, estaba la posibilidad que no y por lo cual saliera huyendo. Yo no quedaría mal ante mi familia, si no el bruto de Sebastián, probablemente mi amiga era un alma malvada y yo una inocente corrompida. 

—Das miedo con esa cara —dijo Sebastián viendome fijamente.

—Es la unica que tengo — le conteste de manera cortante.

—¿Vamos a continuar con la serie? —pregunto muy animado, parecía no importarle como conestaba.

—Ya perdí el hilo, llevamos como dos días sin verla, se me quitaron las ganas.

—Vaya, andas mas feliz y entusiasta que antes, ¿fue por lo de ayer tu repentino cambio?

Bueno en parte si, lo de ayer no era lo que me esperaba que ocurriera y hoy al ver los vídeos me quede peor. Esto iba a ser un completo desastre. 

—No, para nada es solo que bueno no ando tan bien. Me da nostalgía el ir a casa y así. 

—Faltan cuatro días para irnos, pensé que podríamos aprovehcar el tiempo y así disrutar antes de irnos, ¿no crees? 

Probablemente aquí podría iniciar mi primera pequeña broma.

—Claro, podemos salir a un museo, hay varios que no conozco. Si quieres bañate en lo que recojo todo y sirve que dejamos a Aurora sola para que prepare todo para cuando sus padres lleguen. 

—¿Cuando vienen?

—El domingo, así que los vermos y vamos a convivir con ellos un poco. ¿Te molesta? —pregunte fingiendo preocupación por él.

Días de diciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora