Bandolera

Ben Wa

Amelia se masajeaba los sienes tras quitarse las gafas de lectura, llevaba toda la mañana frente a la pantalla del computador y empezaba a notar el agotamiento, Andrea hacía lo mismo frente a ella, ambas estaban ultimando detalles para el evento del próximo sábado con celebridades del medio cinematográfico en el que la compañía para que la trabajaban era participe principal, el trabajo de Amelia sin embargo iba más hacia el contacto directo con inversionista.

Se recostó contra el espaldar de su silla reclinable quitándose los zapatos y estirar sus pies. - Oye no me has contado nada después del Pride, qué tal te pareció? - Preguntó con una mueca de dolor al estirar la espalda.

Andrea soltó una risita baja. - Ya decía yo que habían pasado muchos días sin que me preguntaras. -

-Bueno estaba yo esperando a que tomaras la iniciativa tú, pero como te veo con cero intensión pues aquí estamos. -

-Eres una cotilla. - Se rió la pelinegra.

-Me intereso por ti que es diferente. - Levantó el dedo la morena. - Y también soy un poco maruja, así que bien puedes ir soltando prenda. - Amelia movió la cejas de arriba abajo suscitando la risa en su pupila.

Andrea cerró la Tablet que tenía en las manos recostándose en la silla frente a su jefa. - Pues me sentí genial, te lo dije esa noche. - Empezó diciendo. - La energía que viví allí era electrizante, no sé, como liberador, sabes? -

-Hombre claro, todos los desviados en un solo evento, era la oportunidad perfecta. - Soltó y Andrea volvió a reírse. - Me alegra saber que lo pasaste bien, que te divertiste y no te sentiste incomoda. -

Andrea frunció el ceño. - ¿Por qué habría de sentirme incomoda? -

La morena se encogió de hombros. - Yo que sé, he conocido personas que la primera vez se sienten abrumados, sobre todo cuando llevan tantos años reprimidos y la homofobia la llevan internalizada, les toma un poco más de tiempo como tener esa sensación de liberación de la que hablas. - Explicó.

-Vaya, no tenía idea. - La pelinegra se mordió el labio ponderando si decir algo que estaba por salir disparado de su boca.

-Pues sí... ¿Quedamos para almorzar? - Preguntó sin mirar la expresión facial de su amiga.

Andrea respiró profundo. - No puedo. - Amelia la miró. - He quedado con alguien. - Dijo escuetamente.

Amelia levantó la ceja sorprendida gratamente. - Anda y se puede saber quién es? - Apoyó los codos sobre su escritorio de cristal.

Las mejillas de Andrea se colorearon de rosa. - Es una chica que conocí en La Morenita el día del Pride. -

Amelia volvió a recostarse dando una palmada al aire. - Acabáramos, mira tú y a qué horas pasó esto que no me di ni cuenta? - Se carcajeó con el rubor de la chica. - No si visto está que la que menos corre, vuela. -

-Eres muy tonta. - Andrea se llevó las manos a la cara con vergüenza.

Su jefa solo se rió más fuerte. - Anda dime, cuéntamelo todo, mujer. -

-Nada eso, la conocí en el bar, hablamos un rato y nos dimos los teléfonos y hemos estado hablando desde entonces. - Resumió la chica. - Y hoy pues finalmente vamos a quedar en persona. -

-Para almorzar no menos. - Amelia hizo una mueca.

-¿Qué tiene de malo? - Se rió Andrea.

-Hija pues yo que sé, habiendo tanta cosa que hacer para una cita y se van a almorzar. -