- ¡Giyu! ¡¿Donde estas?! - La enérgica voz de Tsutako llamaba por su hermano pero no había respuesta alguna.
- ¡¿Haz visto mi ropa?! ¡¿Tu la tomaste o algo así?! - Exclamó la Tomioka recorriendo la finca que compartía con el anteriormente mencionado. Nuevamente no hubo respuesta.
- ¡¡Giyu responde!! - Demando la Tomioka algo irritada por la situación, había dejado su Kimono favorito sobre su futon, pensaba ponérselo una vez y saliese de darse un reconfortante baño no sin antes resolver unos pequeños asuntos pero al volver la vestimenta desapareció y obviamente no era arte de magia.
Tsutako al no recibir señal alguna por tercera vez suspiro con algo de colera y empezó a revisar habitación tras habitación en busca de que su hermano le diese repuestas sobre su kimono extraviado.
¡¿A donde se metió ahora?! Pensó en sus adentros la Tomioka cerrando la puerta que conducía al despacho del menor, ya solo le quedaban por revisar en dos habitaciones más.
Tsutako siguió su camino por los rechinantes pusos de la Finca hasta quedar enfrente de la puerta corrediza del cuarto que le perteneció a sus padres. Poso cuidadosamente su mano en la puerta y la abrió lentamente exaltandose un poco por lo que vio.
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- ¿Giyu? - Si...Allí estaba su hermano menor vistiendo sus ropas en un intento de hacer su mejor imitación de ella, con maquillaje y todo.
