One Shot's Anime +18

Superación [Levi- Shingeki no kioyin]

Anime: Shingeki no Kyojin.
levi x lectora
Universo alterno

Hace aproximadamente un mes que había terminado mi relación con mi pareja, fue una relación larga, comencé a estar con él a mis 19 años y hoy ya con 25 siento que perdí parte de mi juventud en una relación que no valió para nada la pena.

Mis amigas, que ya no soportaban más mis días de llanto mientras escuchaban a Ana Gabriel o Amanda Miguel, llegaron a mi casa de sorpresa un miércoles a las nueve de la noche. Con pijama de polar y pantuflas les abrí la puerta confundida.

–¿Qué mierda hacen aquí? – les dije al verlas entrar con vestidos brillantes y cortos, además de maquilladas de forma fabulosa.

–La pregunta es– dijo una – que mierda haces vestida así con los ojos hinchados un miércoles– La otra me sujetó del brazo y me arrastró a la fuerza hasta mi baño.

–Ve a bañarte carajo, y depílate todo– su insinuación me tomó por sorpresa por lo que estando en el baño encerrada comencé a gritar hacia el otro lado.

–Pero ¿A dónde vamos? – ambas rieron cómplices.

–¡De fiesta! – gritaron al unísono. Suspiré pesadamente, realmente no tenía ánimos de hombres nuevamente, pero sabía que si no hacía lo que me pedían no me dejarían salir jamás del baño, por lo que como hice lo que me pidieron.

Media hora después, Salí de la ducha mucho más liviana, ambas estaban sentadas sobre mi cama lanzándose mi ropa de un lado hacia otro.

–Mira esta basura– gritaba una mientras le tiraba una polera que tenía a Tinkerbell en ella.

–Oye– le dije molesta.

–¿Cómo planeas conquistar a alguien con eso? – ambas me miraron con decepción, la verdad es que hace mucho tiempo había dejado las tenidas sexys o provocativas, principalmente por el tóxico, como no estaba "disponible" no necesitaba ir provocando.

–Déjame ver eso – apuntó la chica sentada en la cama. La rubia se acercó hacia el closet y saco un vestido negro que tenía desde mis 18 guardado en el closet. Ambas chicas gritaron de emoción al ver el vestido.

–¡Este! – grito la rubia caminando desde el closet hasta mi dando pequeños saltitos de emoción. Lo agarre con resignación, camine nuevamente hasta el closet y abrí uno de los cajones, sacando mi ropa interior, pero la joven de cabello negro se levantó de golpe d la cama, casi volando hacia mí y golpeo mis manos, haciéndome soltar la ropa que había atajado.

–¡Con ropa de abuela no! – sobre mi mano mientras ella un día sus manos en mi ropa, sacando un conjunto negro de encaje, que dejaba muy poco a la imaginación.

–Ni de broma– les dije mirándolas, pero sus caras mostraban que no me dejarían decir que no. Suspire frustrada pero resignada. Las agarré a ambas y las saqué casi a patadas de mi habitación para poder vestirme.

A pesar de los años que habían pasado y el peso que había ganado, el vestido resaltaba muy bien mis curvas, mis muslos y caderas resaltan más que antes, lo que me hacían ver espectacular.

Abrí la puerta para que entraran nuevamente y ambas se abalanzaron sobre mí gritando de emoción al ver lo hermosa que me veía.

–Ves que no has perdido el toque– me dijeron, su compañía era molesta, pero debo decir que eran un gran soporte para mí, me levantaban el ánimo, la autoestima y me hacían reír muchísimo.

Me maquillaron, alisaron mi pelo y peinaron. A las diez ya estábamos listas para irnos, me coloque mis tacos y nos encaminamos, salimos de mi casa y con un taxi cruzamos la ciudad en busca de una buena fiesta. En mi juventud nunca fui muy fiestera, si salía de vez en cuando, pero no me gustaba ser un pedazo de carne que bailaba para los ojos hambrientos de los hombres presentes. Pero para ser honesta hoy solo eso quería de ellos, un desquite, alguien con quien olvidar hasta mi nombre.