One Shot's Anime +18

Ronda 1 [Sebastián Michaelis - Kuroshitsuji]

Anime : Kuroshitsuju
Sebastian x lectora
Universo alterno
Romance, Smut, Lemon

Había sido un día agotador en el laboratorio, trabajo en un laboratorio de genética de plantas, me dedico a extraer y analizar muestras de ADN, analizo aproximadamente 100 muestras al día.

Abro la puerta de mi departamento, ya es de noche y hace frio, es pleno invierno, afuera llueve a cantaros, estoy muy abrigada, llevo un chaleco, unos guantes, una bufanda y una chaqueta. Entro a mi casa y me saco todo, y solo lo tiro al sillón, estoy cansada, mi casa esta echa un desastre, suspiro, creo que tendré que llamarlo, había decidido no llamarlo nunca más, pero con mi tipo de vida, no puedo sola. Me cambio de ropa, me coloco pijama, no sé si ponerme el cómodo o uno mas provocativo, no se porque me preocupo para empezar, solo me pongo unos shorts cortos y una camiseta, es un poco destapado para el frio, pero tengo calienta cama. Me recuesto en la cama, miro la palma de mi mano, veo su marca, azul, brillante, la observo por largos minutos, ¿debería llamarlo?

"Oh vamos sabes que quieres llamarlo" me dice mi voz interior.

"¿Y si no viene?" realmente soy muy estúpida, no es mi novio, ni mi pareja, el me obedece si lo llamo, es mi mayordomo.

"Entonces solo llama lo" ¿Por qué no puedo llamarlo? ¿Por qué dudo tanto?

"Sabes porque, sabes porque dejaste de llamarlo" mi cuerpo se revolotea, vuelven esas sensaciones en mi estómago, bueno y en... mi vientre.

"Sabes que lo a..." grito y tapo mi cara, giro en mi cama.

- Ah... ¡Sebaaaastián! - Mierda, me levanto y me siento en mi cama, la marca se ilumina con fuerza, siento una briza y luego un aroma dulce, giro mi cabeza y ahí se encuentra, pulcro, bien arreglado, blanco como la cal, su piel es tersa y suave.

- Buenas noches, mi princesa - hace una pequeña reverencia, siempre tan halagador - estaba extrañando su llamado - sonríe maliciosamente, o tal vez es una sonrisa pícara, no importa.

- Necesito que ordenes la casa, por favor- le digo mientras me recuesto, no quiero que piense que lo he llamado por otra cosa.

- Si, mi princesa- me dice mientras hace una reverencia, me mira fijamente a los ojos, sus ojos rojos son penetrantes, mi cuerpo se estremece completamente, Sebastián se acerca hacia mí, toma mi barbilla y me acerca a él. No puedo moverme, estoy en shock - prepárese, estaré aquí en unos minutos- termina de decir eso y desaparece.

Él lo sabe, obvio que lo sabe, debió escuchar o sentir, mi cuerpo, mi corazón late fuertísimo, mi cara esta roja, mi cuerpo reacciono apenas verlo, él debió sentirlo, él sabe lo que quiero. No termino ni de pensar, y Sebastián ya se encuentra frente a mi nuevamente.

Me agarra de las caderas, me levanta como si no pesara nada, me apoya contra la pared, me mira, su respiración cocha contra la mía, mi cuerpo reacciona de inmediato, mi sexo se contrae y se humedece.

- Princesa, ¿ya estas listas? Hueles espectacular - cierra los ojos y toma una bocanada de aire, inhala y exhala - m.... que delicia- mi cuerpo tiembla.

-Sebastián, deja de jugar- llevo mis brazos alrededor de su cuello, lo beso, mi cuerpo está desesperado, no puedo aguantar más y no aguantare sus juegos. El beso se vuelve cada vez más apasionado, lo necesito tanto, apea su cuerpo contra el mío, mis piernas estas alrededor de sus caderas, siento su miembro rozarse contra el mío, ya está listo para mí. Bajo mis manos, roso sus fuertes brazos, ni siquiera están tensos, no está haciendo nada de fuerza al levantarme, llevo mis manos a su cuello, desabotono su camina, él masajea mis caderas, mis muslos, mi trasero, logro sacar su camisa, su torso está marcado, es duro, fuerte. Bajo mis manos por el centro de sus abdominales, llego a su cinturón, comienzo a desabotonarlo, mientras lucho con su roma acerco mi cara a su cuello, comienzo a lamen el lóbulo de su oreja, continuo por su mandíbula, es respira agitado, a pesar de ser un demonio, sé que le gusta, le encanta, lo veo en su erección, saco su cinturón desabotono su pantalón y meto mi mano por debajo de su ropa, agarro su miembro con fuerza, él suelta un gemido, y echa su cabeza hacia atrás, esto fue parte de nuestro pacto, pero sé que a pesar de que podría estar obligando le fascina que lo llame. Muevo mi mano, lo masturbo con rapidez, el gime, lo hago cada vez más rápido, no puede con el placer, apoya su cabeza en mi hombro, su respiración es agitada. Levanta la cabeza, su cuerpo me necesita, me levanta y en un rápido movimiento ya estoy desnuda frente a él, con mis piernas abiertas, chorreando, me apoya nuevamente contra la pared, mi espalda se arquea, esta helada.