One Shot's Anime +18

Morbo [Sesshomaru- Inuyasha]

Anime: Inuyasha
Universo alterno.
Lemon, smut.
Ship: Inuyasha x Kagome.
Sesshomaru x Kagome.

Iba camino a la oficina como normalmente. Cuando camino suelo mirar el rostro de las personas, estas generalmente están con el ceño fruncido, mirando el suelo o algún punto en el aire. Cuando veo a las personas, no puedo evitar preguntarme cual es su rostro en sus momentos más íntimo. Cada persona que uno ve en la calle, mayos de edad obviamente, ha tenido sexo alguna vez, nosotros los vemos cerios o alegres, pero aquella fasta jamás la veremos, solo podeos imaginarla. Cuando veo a una mujer siempre me da curiosidad, saber si vive su sexualidad libre, si ha tenido algún hombre que la consienta bien.

Hoy es viernes y solo saber aquello activa mi cuerpo, es aquel día, en el que puedo soltar con libertad mis deseos. Entro a la oficina y mi jefe me recibe, él es bastante guapo, tiene el cabello largo de color blanco, su espalda es ancha, suele andar con saco, pero aquellos días de verano, suele estar solo con su camisa, dándome acceso a ver no solo su ancha espalda sino sus brazos anchos bien tonificados.

Trabajo ansioso esperando con ansias aquella hora en la que puedo salir corriendo de este lugar, espere toda la semana por esto. A mediodía, estaba concentrada trabajando en mis papeleos, sentada en mi cubículo, preparando la defensa legar, cuando mi jefe se acerca a mi cubículo, con una nueva carpeta.

Soy abogada en esta prestigiosa firma, a los abogados nuevos, como yo, solo nos dejan los casos más sencillos o el trabajo de escritorio en los casos mas grande.

El hombre se acerca a mi con una camisa negra, y unas gafas finas, abr la carpeta frente a mí, la lee un poco, asegurándose lo que dice, y me la deja en mi escritorio. Su cercanía me agobia, puedo oler su perfume, incluso el olor de su piel, lo que tena todo mi cuerpo. Se aleja de mi con una leve sonrisa en sus labios, victorioso ante tu provocación. Mi corazón se acelera, pero continúo trabajando arduamente.

A las 10 de la noche recién logro salir de mi cubículo, antes de irme doy un vistazo a la oficina de mi jefe, el que se mantiene en su oficina leyendo.

Llegando a mi casa, me ducho rápidamente y me coloco un vestido plateado, es muy simple con tirantes, la tela es fina marcando bien mis curvas. Bajo este solo me coloco una tanga de encaje blanco.

Agarro mi bolso y pido mi taxi para irme a aquel bar que tanto ansiaba ir. Solo hace unos años conocí este mundo, aquel hombre que me había vuelto adicta a él me mostro este lugar, y me mostro todo lo que el morbo puede provocar en mi cuerpo. ahora no podía vivir sin él, sin sus ojos plantados en mi cuerpo.

El taxi se estaciona frente a la puerta y bajo dejando a la vista mis largas piernas. Camino hasta la puerta donde un guardia abre la puerta para mí. Entro a aquella disco, el guarda de la segunda puerta busca mi nombre en la lista y me deja entrar. Este es un par muy exclusivo, muy privado y especial. Solo al entrar siento como mi cuerpo se coloca ansioso, mi vientre se aprieta y mi ropa interior se humedece, realmente estaba ansiosa.

El lugar no está lleno, pero hay suficiente gente, con solo una mirada logro reconocer a algunos, mientras me contorneo hasta la barra, veo como algunos hombres ya me miran con deseo, me encanta esas miradas, me gusta ver como hay hombres que quieren poseerme, me desnudan con la mirada y yo lo dejo, me apoyo en la barra dándoles una mejor vista de mi trasero, me observan, pero no se acercan. Algo que caracteriza a este lugar es el respeto, si todos os conocemos muy bien y saben los limites de cada uno. En la barra pido una mimosa, la bebo lentamente mientras observo mi entorno. El lugar es redondeado, y tiene mesas con sillas en forma de U, acolchadas con un provocativo color rojo, ya es tarde y veo como ya hay personas divirtiéndose en alguno de estos lugares. Solo a unos metros a mi derecha logro ver nuevamente a aquel que me quita los suspiros, su cabello plateado cae por sus hombros, lleva una camisa negra, sus mangas están acomodadas en sus codos, dejando a la vista sus fuertes manos, su piel es fina, dejando ver claramente sus venas sobresalir. Lleva unos pantalones negros a juego. Lo miro de pies a cabeza, tragando saliva deseosa.