08: Nanon

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Ohm siempre dice que estar en un columpio es como volar y creo que tiene razón, por eso ahora siempre le pido que me ayude a subir.

Es mi parte favorita de ir a clases, pero ya no estamos en la escuela.

—Ven, Non —me dice tomando mi mano, y me lleva hasta su habitación.

El papá de Ohm es muy bueno conmigo, pero casi nunca está en casa, porque debe trabajar mucho y la mamá de Ohm no puede ayudarlo, porque está en el cielo.

Su habitación huele a morado, y eso me gusta.

El morado es como soñar, Ohm dice que tiene muchos tonos y cuando los intento plasmar en mi mente, creo que el morado es como la magia.

—Te compré algo con papá, ayer —menciona alejándose de mí y luego escucho sus pasos de vuelta.

Cuando pone la caja en mis manos busco como abrirlo y noto que son tubos.

—¿Qué es?

—Es pintura —responde suavemente— a ti te gusta, y es lo que usan las personas que hacen dibujos.

—Pero yo no puedo dibujar —digo bajando la mirada— lo hago mal.

—A mí me gusta.

Su mano vuelve a coger la mía y me lleva hasta su escritorio, ayudándome a subir a la silla.

—¿Qué hay acá?

—Estírate hasta la pared —susurra guiando mi mano hasta ella y puedo sentir un papel con la textura de un crayón.

Es mi hoja.

—Es mi dibujo.

—Es el mejor dibujo que he visto.

—Estás mintiendo, Ohm.

—No estoy mintiendo —dice aumentando el tono de su voz— es mi dibujo favorito del mundo.

—Júralo.

—Lo juro.

Creo que nunca había sonreído tanto en mi vida.

A mí me gusta dibujar, pero pensé que eso no era posible.

Si Ohm dice que lo hago bien debe ser verdad, porque Ohm no miente.

—Quiero dibujarte, ¿puedo hacerlo?

—Está bien, Non.

Muevo mis manos nervioso, buscando la pintura en la mesa y él me alcanza una tabla.

—¿Para qué es?

—Para que mezcles los colores.

—Oh, entiendo, ¿cuántos colores existen, Ohm?

—Existen demasiados colores, son infinitos y nunca podrías terminar de contarlos.

—¿Entonces cómo los voy a aprender?

—Este es el rojo —responde colocando el color en mi mano— pon un poco acá.

—Está bien.

—Ahora, piensa en cómo quieres que sea, ¿qué quieres que represente tu rojo?

—No quiero que sea muy fuerte, quiero que me haga sentir tranquilo.

—Puedes mezclarlo con el color que más paz te da.

—El blanco.

—Si le pones mucho será rosado.

—¿Qué?

—Tienes que ser cuidadoso, para encontrar tonos nuevos, Non.

Suspiro porque suena complicado hacerlo sin ver, pero creo que puedo intentarlo.

—Voy a dibujarte rojo.

—Pero yo no soy rojo, Non.

—No, pero el rojo es mi color favorito, y tú eres mi persona favorita.

Mírame | OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora