Epílogo: Ohm

1.5K 262 148
                                    


Nanon ama dibujar por las noches, y recuerdo que la primera vez que lo vi haciéndolo, le comenté que la luz del día era mejor que usar una lámpara.

Obviamente fue estúpido, porque siempre está oscuro para él.

Hoy parece ser un día común, pero no lo es.

—¿Te gusta? —pregunta aún concentrado en la cascada que está haciendo.

—Mucho —digo sinceramente, y él sonríe bajando su pincel manchado de verde— haces que el agua luzca… especial.

Me levanto con flojera, porque está sonriendo, y mis ganas de abrazarlo son más fuertes que mis ganas de seguir acostado.

—¿Quieres un café, cariño?

—Sí, por favor —responde estirando su boca.

Le doy varios besos pequeños, y cuando me abraza, resopla.

Ya ha notado que no estoy vestido aún.

—Ohm, ponte algo de ropa, es invierno.

—No quería caminar hasta el armario, y tú tiraste en el pasillo lo que tenía puesto.

—¿Me culpas?

—Sí, porque eres bastante desesperado cuando quieres follar.

Él se ríe, levantándose.

—No tienes que hacer mucho —dice caminando al armario, abre el primer cajón, y saca una camiseta.

Logra tirármela justo en la cara.

—Bueno, ya que estás por ahí, deberías ayudarme a buscar mi reloj.

—¿Aún no lo encuentras? —pregunta yendo al lado, a donde están mis accesorios— seguramente está acá, pero tú perderías la cabeza, si no la tuvieras pegada al cuerpo.

—No está, Non.

Él suspira, moviendo la mano en el cajón, y sonrío cuando se detiene.

—¿Por qué hay un anillo aquí si los que usas tienen otro cajón? —suelta volteando hacia mí— ¿Ya ves que no ordenas?

—Eso no es mío.

—¿No?

—No —respondo acercándome, y saco la nota del cajón— creo que es tuyo porque tiene una nota acá, escrita con crayón, y eres el único que los usa.

—¿Qué dice?

—Léelo tú, qué flojo.

Nanon gira los ojos, agarrando el papel, y veo como su rostro va cambiando mientras va pasando sus dedos por las letras.

—¿Por qué pareces tan sorprendido? —le pregunto agarrando una de sus mejillas.

—¿De verdad?

—Creí que nos habías comprometido a los 6, porque actué toda mi vida como si así fuera, pero recordé que no había comprado un anillo.

Sonrío, porque está sonriendo también.

—Sí, sí quiero.

—Non, creo que no leíste bien, dice “cásate conmigo”, no es una pregunta, es una orden.

Él se ríe, y me acerco para besarlo, porque estoy feliz.

Nanon me hace feliz.

•••

Fin. 🏃🏻‍♀️

Holi, gracias por leer sisi esta historia es corta, y espero que la hayan disfrutado.

Les veo en alguna de mis otras historias. ❤️

Mírame | OhmnanonWhere stories live. Discover now