Cuando una generación muere se tratan de arraigar sus ideales por muy erróneos que sean. Por suerte, para la sociedad Beta, esas creencias a mitos sobre ser seres errores de la Madre Luna no pasaron de generación en generación.
Park Jimin fue conce...
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El camino a su apartamento fue silencioso. De igual modo fueron los primeros minutos dentro de él mientras JungKook amamantaba a YeonJun bajo el escrutinio de un Jimin preocupado. Preocupado porque su Omega no reflejaba en su actuar ni rostro todos esos sentimientos cambiantes que percibía entre el miedo, ansiedad, amor, felicidad, angustia y tremenda confusión.
Cuando JungKook terminó y dejó a YeonJun en su parque de juegos sus hombros cayeron como si cargara piedras sobre ellos. Jimin tocó su cuello y lo masajeó con una de sus manos repletas de anillos hasta que lo sintió temblar y quebrarse.
-¿Por qué no me dijiste nada? -Susurró el Omega mostrado su dolor en cada fibra de su ser. -Lo sabías, tú lo sabías y no me dijiste nada.
-Kookie... -Trató de abrazarlo, pero el menor se alejó de él rápido.
-No. -Exigió que no lo tocara. -Los dos lo sabíais y habéis estado jugando conmigo y ocultándomelo. -Señaló al pelinegro con furia. -¿Ha sido divertido reírse de mí?
-¿Cómo puedes pensar eso? -Preguntó en cambio el mayor. -¿Cómo puedes creer que yo haría algo así mi amor? -JungKook apartó la mirada avergonzado por su arrebato al decir aquello. -Yo te conozco, si te lo hubiera dicho habrías entrado en pánico porque nuestro Alfa no te caía bien y te da miedo.
-¿Y por qué él no me ha dicho nada? -Cuestionó viendo a los ojos de su amado. Jimin hizo una mueca ladeada.
-Yo le pedí que no lo hiciera. -JungKook bloqueó incrédulo. -Le pedí que primero te conociera, que se ganara tu confianza antes de que dejemos que nuestros lobos conecten. -Expuso tomando las manos delicadas y pálidas del menor. -Quería que primero le gustases tú y le gustara yo ante de que su lobo y los nuestros se enamoren. -JungKook apretó el agarre de sus manos y asintió comprendiendo a su Beta. Jimin era puro de alma y corazón y, él que era blandito y delicado, agradecía que fuera así.
-Le ha llamado papá. -Susurró abrazándose el tronco de su novio y buscando calma en su glándula de aroma al dar caricias con su nariz en esta. -YeonJun sabe que es su papá y ahora TaeHyung sabe que tenemos un hijo y...
-Shhh. -Lo arrulló besando su coronilla rubia y pasando como calmantes sus manos por su espalda en caricias prietas. -Te dije que nuestro Alfa no reaccionaría mal. -Eso era cierto, TaeHyung había reaccionado mucho mejor de lo que jamás esperó lo haría su Alfa destinado al conocer la verdad de YeonJun. -Si lo piensas tiene sentido, ¿verdad? -Sonrió buscando sus labios para besarlos dulcemente. -Se supone que él es perfecto para nosotros y él no ha mostrado ni un mal gesto hacia Junnie.
JungKook asintió débilmente, abultando sus labios en un pedido silencioso de un nuevo beso; esta vez más largo y profundo. Una risa infantil les hizo separase, ambos miraron a su pequeño en pie tambaleante contra la barandilla del corral de juegos. YeonJun los miraba y sonreía amplio y bonito.
