Cuando una generación muere se tratan de arraigar sus ideales por muy erróneos que sean. Por suerte, para la sociedad Beta, esas creencias a mitos sobre ser seres errores de la Madre Luna no pasaron de generación en generación.
Park Jimin fue conce...
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Todos se encontraron en las cercanías del museo mientras aparcaban en un parking cercano. JungKook se sujetó del brazo de Rosé y ambos encabezaban el grupo hablando en bajos susurros que hacían al rubio sonrojarse y reír débil. En el centro Jimin, Lisa, TaeHyung y Jennie hablaban animados sobre qué lugares podrían visitar en sus próximos dos días en la ciudad. Al final del grupo YoonGi y NamJoon mantenían un silencio cómodo en el que sus manos rozaban deliberadamente por el Alfa y el Beta las apartaba dedicándole miradas de reproche que solo hacían reír al mayor.
El grupo se detuvo del golpe al llegar cerca del museo.
-¿Ese no es el profesor Kim? -Todos dirigieron sus miradas al lugar, a las escaleras, donde el nombrado esperaba leyendo los carteles de la fachada.
-¿Profesor? -Preguntó Jennie captando su atención. El Omega se volteó y sonrió amplio con sus carnosos y rosados labios.
-Hola Kim, Jeon, Park y Kim. -Rio al saludar doble cuando en realidad lo hacía con los dos hermanos. -Hola YoonGi.
-¿Alguien más se ha dado cuenta de que a todos nos dice por nuestro apellido menos a Yoon? -Murmuró Jennie cerca de Jimin que negó con su cabeza pensativo.
-¿Qué hace aquí? -SeokJin sonrió hacia TaeHyung por su pregunta y movió sus pies nervioso.
-Cuando hablamos sobre el museo me llegaron buenos recuerdos de él y quise aprovechar venir también a verlo de nuevo estas vacaciones. -Sus ojos fijos en el Beta de mayor edad, YoonGi sintió un nudo en su garganta ejercer presión. -Me ayuda un poco a comprender a mi Beta y no ejercer presión sobre él.
-¿Su Beta? -Cuestionó JungKook con ojitos ilusionados. Era común, más común, pero seguía siendo excelente para los tríos destinados conocer a otros como ellos.
SeokJin abrió su boca para responder, cualquier tonta excusa formándose en su mente con rapidez para no incomodar a nadie, mas un aroma a cítricos inundó todo su ser dejando a su lobo perdido en la neblina de recuerdos que aún no poseía. Sus ojos cayeron en el alto Alfa que no había visto jamás, ni si quiera por los pasillos de la universidad, y sur parecía más cercano a su edad que a la de sus alumnos.
NamJoon analizaba al Omega ante ellos. Era delgado y esbelto, caderas finas y delgadas que resultaban aún más al sus hombros ser anchos peor delgados. Su cabello azabache caía con gracia sobre su frente cubriendo sus cejas y casi rozando sus extensa su rizadas pestañas, su nariz siendo un bonito adorno para tal rostro de facciones angelicales y que tenían como punto principal de atracción unos rellenos y rosadas labios.
Ambos lo sintieron, era el llamado, la gracia del destino incitando que eran mates y que sus caminos estaban entrelazados. Mas la incomodidad de alguien junto a ellos, la razón por la que ambos habían viajado a Busan, les hizo caer en la cruda realidad.
