Cuando una generación muere se tratan de arraigar sus ideales por muy erróneos que sean. Por suerte, para la sociedad Beta, esas creencias a mitos sobre ser seres errores de la Madre Luna no pasaron de generación en generación.
Park Jimin fue conce...
Maratón pre final 1/4 Capítulos más largos de lo normal para el disfrute extremo, leer las notas al final de cada capítulo por favor ❤️
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Como se dijo, TaeHyung empacó sus maletas y cosas más importantes al día siguiente. Literalmente sus padres lloraron un río de lágrimas, una mezcla entre felicidad y nostalgia abordando sus corazones. Los hermanos de TaeHyung ayudaron con la mudanza, sus amigos también, acomodando todo aquel fin de semana entre los tres.
Domingo por la tarde, preparando la última semana de su semestre en la universidad y, al fin, la presentación de su proyecto, TaeHyung estaba tumbado en el suelo alfombrado con YeonJun en pie sobre su estómago mientras Jimin le hacía carantoñas a su cachorro y JungKook vaciaba la última caja de las pertenencias del Alfa.
JungKook rio bajo, casi inaudible por las carcajadas de su bebé, cuando encontró artículos de un adolescente y niño en esa caja. Habían cartas Pokemon, pegatinas de Digimon, una bola de dragón del número 7, albums de música de grupos como Super Junior, Big Bang, Girls Generation, Bangtan Boys, Got 7 o BlackPink, un viejo peluche con un gran ligero problema en las dimensiones irreales de su cabeza con forma de corazón, otro de un conejito rosa y otro de un extraño perro blanco con un pijama amarillo. Pero sin duda, lo que más captó su atención y le hizo sonreír, fue una vieja fotografía de su Alfa.
El marco estaba rescrebajado, el cristal tenía polvo y sus ropas dejaban claro que esa fotografía fue tomada por los 2000. De fonde se veía una vieja pero gran casa con aspecto terrorífico, sobre el marco de la puerta las palabras "Orfanato de Shangái Este", en el centro de la fotografía la familia de su Alfa. Yuqi y Lucas manteniendo en sus brazos a unos bebés que supuso eran Beomgyu y Kai, en sus piernas posando sus otros dos hijos medianos y en el centro de ellos NamJoon y Jennie tomando a un cohibido y triste TaeHyung. Todos sonreían en esa fotografía menos su Alfa.
Alzó la vista hacia él, TaeHyung ahora estaba sentado y abierto de piernas frente a Jimin que se encontraba en la misma posición, las plantas de sus pies desnudos chocando. Ambos trataban de forzar a YeonJun a andar si estar agarrado a uno de ellos, algo que parecía imposible pues este cuando se veía liberado del agarre en sus padres simplemente se dejaba caer es culo y gateaba de uno a otro. Su Alfa estaba sonriendo, tan diferente a como se veía en la foto en sus manos.
Era asombroso lo atractivo que podía resultar TaeHyung para él. Él lo comprendía y creía, que al tener Beta podría amar a dos personas. Pero, jamás, imaginó ni pudo llegar a idealizar el verdadero amor. No importaban sus diferencias o estigmas, ellos encajaban tan bien como los lapiceros de colores en sus estuches, como la pluma de tinta en el tintero, como un libro en una estantería, como una cuchara en un bizcocho, como un café en una taza, como... Cómo debía ser.
Los golpes en su Alfa prácticamente se habían borrado en apenas dos días. La gran suerte y fuerza de su lobo lo hicieron todo más fácil. Jimin seguía teniendo un hematoma amarillento en sus costillas, pero apenas dolía si no hacia un mal gesto. Él era el más afectado. Su condición le hacía reflejar una marca morada en su rostro y cuello. TaeHyung y Jimin se encargaban de besarlo cada vez que podían, haciendo así que la angustia y ganas de vomitar que le atormentaban con los recuerdos desaparecieran.
