FANFIC: CHRISCHEL TU PATRON

DECLARACION CON SABOR A POLLO FRITO.

Antoni Mascherano

—¿Cómo está Brandon?—Pregunta mi padre.

—No se ha muerto, todavía.

—No lo mates.

Lo miro de arriba a abajo.

—Él me traicionó —Le digo.

—Y a mí no me importa si te traicionó, es tú hermano, es mi hijo, es nuestra sangre. No lo mates.

No importa que yo sea el sucesor de Braulio, él aún es líder por lo que debo seguir sus órdenes.

Asiento para su tranquilo.

La orden es no matarlo, no habló de no torturarlo. Es una tarea que planeo para dentro de algunas horas. Tengo otro asunto pendiente.

Salgo de la oficina de mi padre con la promesa de no matar a Brandon y me dirijo hacia la habitación de mi hermana. De camino a su habitación pienso en que ya no tendré que buscar mi liberación en ella una vez que Rachel esté conmigo. El día de acerca, no puedo esperar el momento en que la tenga entre mis sábanas.

Será mía quiera o no.

Antes de entrar a la habitación de mi hermana escucho una conversación particular que me enciende las alarmas.

—El dinero ya está en mi cuenta—Dice la amiga.

Fiorella. Es la puta personal de Brandon.

—No veo la hora de largarme de este lugar.

—¿Cuando?

—Todavia no podrá ser. Hay que encontrar el momento justo.

—No podemos esperar mucho tiempo Emily—Le dice la amiga.

—Lo se, pero confía en mí. Vamos a salir de esto.

¿De que dinero hablan?

Tengo monitoreada las cuentas de emily y no ha recibido ningún dinero extraño.

Mentalmente guardo la conversación para después.

Lo que vengo a hacer es más importante que un débil intento de fuga.

Emily nunca escapará de los Mascherano y mucho menos de mi.

Toco la puerta para anunciarme y es Fiorella quien abre la puerta.

—Señor Antoni—Me dice.

—Veo que tienes mucho tiempo libre—Le digo con cierta ironía.

La situación de Brandon la conoce toda la casa, por lo que sé que ella ha entendido el chiste.

—Me voy—Dice Fiorella.

—No, por favor —Dice emily.

Su amiga se detiene y me mira fijamente. Basta un movimiento de cabeza para que ella entienda que debe irse de la habitación.

Ella mira a emily con lastima en los ojos y sale del cuarto.

Ella sabe.

Miro a emily fijamente. Tiene lágrimas en sus ojos.

—Emily—Le digo.

—No lo hagas, Antoni, por favor —Me dice.

No digo nada, solo me desvisto. Ella cierra sus ojos fuertemente y va directo a la cama donde le hago todo lo que quisiera hacerle a cierta mujer de ojos azules.

Al terminar, miro a emily fijamente quien no deja de llorar.

—¿Fiorella lo sabe?—Le pregunto.

No responde.