Rachel como Dama de la mafia ha de ser HOT

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Rachel

—Nunca volverás a saber de mi.

—Nunca volverás a saber de mi.

—Nunca volverás a saber de mi.

Esas fueron las últimas palabras que Christopher y yo nos dijimos.

Fue nuestra aparatosa e inconsciente despedida.

¿Quien pensaría que realmente no sabría de él nuevamente?

¿Quien pensaría que, casi como una premonición, Christopher y yo nunca más volveríamos a cruzar miradas, a cruzar caricias, a cruzar nuestro amor?

Es una decepción gigante la que me embarga. No estoy preparada para soltarlo, nunca lo estuve.

Te vas a casar con otro, recuerda mi subconsciente.

«Me van a obligar, querrás decir.» Me digo a mi misma.

La noticia me llegó al despertar. Sobra decir que el impacto fue inmenso.

—¿A casar?—Me río —¿Es una broma?

La muchacha que tengo al frente niega.

—¡No me voy a casar con ese psicópata!—Digo—No acepto.

—No es una sugerencia señorita, es una orden y si no quiere terminar como una maldita drogadicta haga lo que le digo.—Dice enojada.

Sus palabras retumban dentro de mi y mueven cada parte de mi organismo.

Yo ví todo lo que esa droga hace. Vi a las mujeres arrastrarse por aquella sustancia. Vi a hombres en un estado completamente deplorable.

Son esclavos de esa droga, y no quiero eso para mí.

Intento no rendirme. Intento encontrar una manera de salir de este lugar pero no la hay. Estoy custodiada todo el día, incluso para ir al baño.

Fui csmbiafa a una habitación lujosa una vez que la sirvienta me dió la noticia. Cuatro mastodontes me custodiaron.

Salir de esta casa es casi imposible y si pudiese hacerlo, no sabría cómo llegar a la central. No tengo idea de dónde estamos.

Estoy completamente perdida.

De la nada, el recuerdo de Gema me invade.

¿Cómo estará ella?

¿Realmente la llevaron al hospital?

No quiero pensar que, por mi culpa, le haya pasado algo grave. Me estaban persiguiendo a mi y por eso el choque, si gema muere a causa de eso no me lo perdonaría.

—¡Dejé de moverse o la seguiré pinchando!—Dice la sirvienta.

Ruego los ojos profundamente mientras el disgusto se hace a cargo de mi cuerpo.

Sé que el estar tranquila ante está boda me hace ver débil, como si me hubiese rendido, pero no. Estoy analizando todo el panorama mientras me ideo un plan para escapar.

Pueda que no tenga éxito y aunque sé que debo tener mucho cuidado, no sé la dejaré fácil a Antoni.

—Ya falta poco. Se ve hermosa—Sonríe—Ya quisiera tener yo esos ojos.

Resoplo.

—Son una maldición —Digo

Ella arruga las cejas en un gesto de confusión, sin embargo, no dice nada.

La dejo trabajar tranquila, la dejo alistarme y prepararme. Media hora después, estoy frente al espejo observandome detenidamente.

Me quiero arrancar toda esa vestimenta. Odio verme de esta manera y odio saber qué es lo que quiere Antoni que pase.

FANFIC: CHRISCHEL TU PATRON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora