Capítulo 3: EL REENCUENTRO

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El tren demoró setenta horas exactamente en llegar, las contó todas, con un nerviosismo descomunal. Su corazón se estremeció al escuchar que ya habían llegado a la estación de Holrrouss. A la salida de la estación se encontraba Damián, esperándola, su chófer tenía un pequeño cartel con su nombre escrito en el, aunque no era necesario en cierto modo, ya que Damián la había reconocido desde su graduación.

—Anyel, ¿verdad? —preguntó, Anyel asintió un poco a la defensiva —. Te conozco, pero... tú a mi no. Soy Damián Stone, soy el abogado y asesor, que te ayudará a ingresar a tu nueva escuela, fui además el mejor amigo de tu padre.

—¡Es un placer!, gracias por todo lo que está haciendo por mi.

—Ni lo menciones, es todo un honor —expresó con mucha cortesía —. Ahora, pongámonos en marcha.

El chófer de Damián le abrió la puerta, para que ella pudiera subir, era bastante callado, tenía más o menos la edad del señor Hortuz y Damián lo trataba con mucho respeto. En el camino, pasaron por la casa donde paso parte de su infancia, aún siendo tan pequeña recordaba todo con sumo detalle, pudo verse nuevamente corriendo por el jardín junto a Elián,  solo hasta ese entonces susurró su nombre, hace años que no lo nombraba, se preguntaba si aun seguiría viviendo ahí, si a pesar de la influencia de su madre seguiría conservando esa ternura que lo definía y esa mirada de pureza...

Pronto llegaron al colegio, con una construcción de estilo medieval parecía un verdadero monasterio. Anyel esperó fuera de la oficina de la directora, sus piernas temblaban, trataba de serenarse, pero era imposible. Damián la sorprendió saliendo de la oficina abruptamente.

—¿Estás bien?, te vez sobresaltada —comentó Damián con cierta preocupación.

—¡Estoy bien!, son los nervios... supongo.

—¡Entiendo!, esta todo listo, puedes ingresar sin ningún problema —indicó Damián despidiéndose —. Pronto nos reuniremos para hablar sobre tu padre.

—¡Lo estaré esperando!

Ambos fueron interrumpidos por la directora que requería la presencia de ella en su oficina. La fama de la directora Mildred Britt era temible, ahora bien, siempre disfrutaba cuando llegaban alumnos que no causarían problemas, como Anyel, quien tenía perfectas calificaciones y un informe intachable. Aunque según Mildred aún faltaba la perfección, ella haría que Anyel se convirtiera en una mujer buena para algún día resaltar en la alta sociedad. La mentalidad básica designado a la mujer era que solo estaban destinadas a hallar un buen prospecto, casarse y tener hijos, para ellas era un verdadero privilegio, no obstante, para Anyel, a opinión personal, solo era una manera de cerrarles las puertas a la libertad.

San Almudena Holstin, era un colegio mixto, uno de los pocos así, debido a que los colegios no aceptarían desprestigio en sus enseñanzas y valores, además de fallar con los jóvenes en crecimiento. Este colegio en específico, mantenía el liderazgo en comportamiento y disciplina, sin mencionar que Mildred  estaba muy confiada en su personal de apoyo. aunque cabe señalar que tanto las alumnas como los alumnos no compartían las mismas clases, trataban que solo en los momentos de descanso o recreacionales, formarán lazos, con una conducta sana y de respeto. La mayoría de los estudiantes eran futuros herederos, hombres y mujeres con futuras fortunas de las cuales ninguno había ganado ningún centavo de ellas...

La directora la acompañó a su salón para presentarla a quien sería su nueva profesora. Marta Soler parecía bastante agradable, la presentó ante sus compañeras y la ubicó en uno de los puestos desocupados. Entre la clase de Historia y geografía, Anyel se percató de que una muchacha la observaba constantemente, Anyel no era muy buena socializando, intentaba evadir la penetrante mirada de la muchacha. De pronto se escuchó el fuerte ruido proveniente de la enorme campana que daba aviso al término del periodo. Rápidamente las estudiantes desalojaron el salón dejándolo completamente vacío, la soledad le brindaba cierta tranquilidad. Anyel trataba de realizar unas guías que la profesora Marta le había entregado para que se colocara al corriente, con el lápiz empezó a golpear el enorme libro de historia hasta que una voz la interrumpió.

Vuelvo a verte otra vez...Where stories live. Discover now