Capítulo 15: LA DISTANCIA NO SERÁ UN IMPEDIMENTO

33 8 16
                                    

Ana estaba a punto de marcharse, pero no podía irse sin antes cumplir su promesa, debía entregar ese sobre. Fue directamente al colegio, pidió hablar con la directora Mildred para que mandaran a llamar a Anyel, Thomas se enteró de la visita por el vigilante, corrió por los pasillos encontrándose con Esther.

—¿Te enteraste? —preguntó Esther.

—¡Sí vamos! —contestó Thomas. Cuando llegaron a la sala de visitas, Ana estaba de salida y les sonrió.

—¡Déjenla un momento a solas! —Les pidió marchándose, guiñándole un ojo a Thomas.

Anyel observó el sobre con detenimiento, lentamente lo abrió y procedió a leer las últimas palabras de Damián Stone...

Querida Anyel.

Cuando te conocí tenías tan solo tres años, llegaste con tu madre y supe de inmediato quien eras, a pesar de que dicen que te parecías a tu madre, yo creo lo contrario, eras el vivo retrato de Dante, quien más que yo para asegurarlo que lo conocí por tantos años...

En esta carta te revelaré algo que nadie más sabe, algo que cambiará no solo tu vida si no que afectara a Elián en un cien por ciento. La muerte de Dante fue causada por una discusión que tuvo con Ivette, donde ella fríamente le reveló a Dante que Elián no era su hijo. Fue un golpe tan terrible que ocasionó que el corazón de Dante no resistiera, estuvo casi un mes en el hospital, pero él sabía que no tenía mucho tiempo, y a raíz de ello, cambio su testamento antes de morir, dejando su fortuna solo para sus hijos, incluyendo la casa y la empresa.

Le juré que Ivette no tocaría nada de su fortuna, de su esfuerzo y espero que tú, como su heredera honres la última voluntad de tu padre. Pequeña flor de Loto, como yo te decía cuando eras pequeña, ya que, con tu sonrisa podías iluminar y repeler todo lo malo a tu alrededor, siempre lograbas que Dante olvidara su tristeza al verte, recuerda que Sarah, Elián y tú, fueron lo más importante para él, no vivas con remordimientos, se feliz, ambos deben serlo, y merecen estar juntos....

Me despido con un cálido sentimiento de satisfacción, ya que sé, que si lees esta carta es porque no pude decirte esta verdad a la cara, sin embargo, también sé, que estropee los planes de Ivette y eso me llena de alegría.

Cuídate pequeña flor de Loto, con cariño Damián Stone.

PD: Elián, a pesar de que tu padre supiera esa verdad tan dolorosa, él te amo con toda su alma, fuiste su gran orgullo, y hasta el último aliento, pensó en ti y en lo afortunado que se sentía por haberte tenido en su vida, es lo único que le podía agradecer a Ivette, siempre serás un Leblanc.

Thomas y Esther no pudieron con la incertidumbre, Anyel estaba sentada observando la carta, parecía realmente triste, por la expresión que tenía. Asimilaron que la verdad era la que ya sabían, no obstante, Anyel no podía estar cien por ciento feliz con la noticia, los sentimientos de Elián también le importaban y con seguridad sabia que él sufriría al saber esa verdad, pero tampoco podía ocultárselo.

—¿Anyel estás bien? —preguntó Esther para romper el silencio.

—¡Elián no es mi hermano! —reveló Anyel, viendo la sonrisa de ambos.

—¿Qué ocurre Anyel?, ¿no estás feliz? — preguntó Esther con inquietud.

—Estoy feliz, por una parte de que Elián no sea mi hermano, sin embargo, sufrirá de igual forma, además...

—¿Además qué? —interrumpió Thomas

—Ivette le causó el infarto a Dante revelándole que Elián no era su hijo — dijo Anyel con tristeza —. Ella lo mató de sufrimiento, esa fuerte impresión provocó su final...

Vuelvo a verte otra vez...Where stories live. Discover now