Haikyuu X Tú

Osamu

___ se acomodó la falda mientras miraba disimuladamente a un costado.

Un muy atractivo chico estaba mirando el último onigiri de la tienda en la repisa y eso no le gustaba nada.

La joven de diecisiete años tenía dos grandes aficiones. La primera era dormir.

Y la segunda, pero no menos importante era comer.

Era por eso mismo, que tenía cierto recelo.

Suspiro comenzando a caminar con rapidez. El joven, que debía tener su edad o un año más, la imitó alternando miradas entre la comida y su dirección.

___ aceleró el paso y la persona a su lado repitió su acción.

Finalmente, comenzaron a correr al mismo tiempo.

El onigiri fue agarrado por la pareja al mismo tiempo.

-Una persona amable le entregaría la comida a la pobre alma hambrienta que la necesita.-(le dijo con una sonrisa tensa)

Él solo sonrió divertido.

-Nadie a dicho que yo sea una buena persona.-(replicó jalando suavemente del producto)

___ le devolvió la sonrisa antes de aplastar su pie con fuerza. El muchacho soltó el onigiri y una exclamación de dolor.

-Que bueno que yo tampoco sea buena persona.-(concluyó antes de ir a la caja a pagar)

-Esto no se quedará así.-(le advirtió el joven con el cabello teñido gris)

Ese fue el inicio de su rivalidad.

Ninguno de los dos era un buen perdedor y siempre que podían se ponían a competir.

Un día ___ se encontró a lo hermanos mientras corrían. Ella sin importarle su vestimenta escolar, que incluía una falda y camisa, se puso a competir cuando pasaron por su lado.

-Ni sueñes que te dejaré ganar.-(gruño Osamu con la voz entrecortada)

-Eso te digo a ti Samu, no llores cuando pierdas.-(replicó ___ burlona)

El Miya de cabello rubio observó la escena con una ceja alzada.

¿Su hermano estaba gastando energía en una chica?

Eso sí que era nuevo.

Al final, ganó Osamu pero por una ventaja mínima.

-Competencia de natación.-(replicó ___ entre jadeos por la carrera)-Estoy segura que no perderé.

Y así continuaron por mucho tiempo.

Terminaron por acostumbrarse a sus pequeñas competencias y no podían vivir sin ellas. Era como si les faltara algo.

Fue por eso, que cuando ___ comenzó a faltar a clases Osamu fue a buscarla a su casa.

Atsumu se burló de él.

Le dijo que iba a buscar a su noviecita.

Osamu solo bufó y lo ignoro. Estaba demasiado preocupado para enfadarse con su hermano.

Tocó el timbre de la casa de la muchacha y suspiro para darse ánimos.

Cuando ___ abrió la puerta, estaba envuelta en una frazada de polar y sus ojos estaban rojos por el llanto.

El rematador del Inarizaki abrió los ojos sorprendido y tomó el rostro de la chica entre sus manos.

-¿Estás bien? ¿Por qué lloras?-(cuestionó con  rapidez mirándola a los ojos)-¿A quién debo golpear?