Especial de Navidad

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____ soltó un suspiro mientras observaba abrumada cómo la pelea se desarrollaba en frente suyo.

Un rubio muy alto que utilizaba gafas y unos audífonos bastante geniales era el protagonista de todo el drama.

-La puta tenía que moverse. ¿A ti qué mierda te importa?-(gruño un hombre con aspecto de leñador)-Ella es la estúpida que molesta al resto en la víspera de Navidad.

Tsukishima alzó una ceja sonriéndole con un aire de superioridad.

-¿Por qué tan sensible? ¿Un pequeño empujoncito es suficiente para irritar a un hombre de tu tamaño?-(indagó con malicia)

____ no pudo evitarlo y se rió bajito.

El caballero, que parecía más una bestia, la miró feo logrando que ella se encogiera en su lugar.

El bloqueador central del Karasuno se acercó y fingiendo que susurraba, habló asegurándose de que el señor maleducado lo escuchara.

-No te preocupes.-(dijo con voz burlona)-Su esposa ya debe haberlo dejado o está en proceso. Así que debemos ser comprensivos con él. ¿De acuerdo? Hay que ser amable con la basura de la sociedad, no es culpa suya haber nacido así.

La muchacha asintió conteniendo una carcajada.

Al parecer, el rubio había dado en el clavo. Ya que, el malechor de esta historia se puso rojo por la ira. Ni siquiera la nariz roja de Rodolfo el reno podía competir con el rostro colorado del individuo.

Un guardia de seguridad intervino cuando creyó que el asunto se pondría un poco más feo y Tsukishima comenzó a alejarse del lugar desinteresado.

____ lo siguió para agradecerle su intervención. Ella sola no hubiera podido enfrentarse al sujeto. Se puso iracundo por un leve empujoncito. La joven no podía con ese tipo de personas.

-No hay de que.-(murmuró el chico desviando la mirada)-Consideralo tu regalo de Navidad.

-¿Quieres.....?-(comenzó la muchacha titubeante)-¿Tomar un café? Cómo agradecimiento......

El rubio la analizó con cuidado. Ella tenía la mirada gacha y sostenía sus manos con nerviosismo. Era el evidente su timidez. Debió haber reunido mucho valor para invitarlo a tomar algo.

-Esta bien.-(accedió con suavidad)-Vamos.

Fue extraño como sucedió.

Una sonrisa avergonzada de parte de  ____ y una mirada amable de Tsukishima bastaron para conectarlos de manera definitiva.

Fue tan abrumador y a la vez tan natural.

Estar juntos era tan sencillo como respirar. Un año de relación transcurrió como si hubiera pasado una semana.

La muchacha era unos cuantos años mayor que el joven deportista, por lo que arrendaba una pequeña habitación que se encontraba cerca de la facultad en la que estudiaba.

Estaba completamente unida a Tsukishima. Él le inspiraba tanta confianza que se atrevió a entregarle una copia de su llave.

Y el rubio la usaba de manera muy prudente. Estaba comprometido a tratar a ____ como una princesa, por lo que respetaba su privacidad y se aseguraba de aparecer con invitación previa.

Ella le repetía que podía ir cuando quisiera, pero el chico era demasiado comprensivo con la introversión de su novia. Entendía que su espacio propio era necesario para vivir feliz y tranquila.

Es por eso que le sorprendió.

Estuvo tan ocupada con los exámenes que se le olvidó por completo que se acercaba navidad. Esa hermosa época del año en la cual conocería a su hilo rojo.

Cuando entró a su departamento agotada, se topó con la habitación decorada al estilo navideño. El árbol de navidad se encontraba lleno de luces, decoraciones y regalos.

La chica estaba tan asombrada que no se dió cuenta de que Tsukishima se posaba atrás de ella y la rodeaba con sus brazos.

-Sorpresa.-(murmuró con una sonrisa ladeada)

Ella se giró para devolver el abrazo.

-Kei.....esto...-

Sus palabras se perdieron en la caricia de los labios de su pareja en los suyos.

-Te adoro.-(declaró el de gafas con tranquilidad)-Soy capaz de hacer de todo con tal de que seas feliz. ¿Lo logré? ¿Aunque sea un poquito?

____ asintió más que conmovida.

No era usual esa muestra de cariño y necesidad. El joven no era frío ni nada por el estilo. Simplemente se sentía demasiado avergonzado cómo para demostrar todo lo que su corazón ocultaba.

-Sabes que soy feliz siempre que estoy a tu lado.-(replicó ____ con seguridad)-Tú, conmigo......es lo que me hace la mujer más afortunada del mundo. Estar en la misma habitación que tú, tocarte y quererte son mis privilegios, y ten por seguro que no los cambiaría por nada.

Tsukishima se sonrojó un poco por las palabras de la persona que amaba y ocultó su rostro en el cuello de su novia.

-¿Por qué será que cuando estoy contigo todo es mil veces mejor?-(cuestionó el rubio  en voz baja)-Me vuelvo un estúpido enamorado que siempre jure que no sería y no me importa. Solo verte me hace sentir como si estuviera en mi hogar.

____ asintió comprensiva.

Ella tenía la firme creencia de que el hogar es aquellas personas a las que puedes regresar. Esa gente que trata de cuidar y proteger tu corazón.

De igual manera, estaba segura de que las fiestas como la Navidad solo tenían sentido si las pasabas al lado de alguien al que aprecias.

Solo una persona puede amar a otra persona.

Y solo un corazón puede abrazar a otro corazón.

-Te amo, ____.-(dijo Tsukishima)-Feliz Navidad.

Las palabras fueron simples y directas, pero tan significativas que su pecho se apretó y tuvo que contener su deseo de llorar.

-Gracias por todo Kei.-(contestó la muchacha con la voz temblorosa)-Gracias por quererme y cuidarme.

Y los dos fueron muy felices.

Después de todo, no hay mejor noche que aquella en la que estás con tu ser amado.

Nota de autora

¡Felizzzz navidad atrasada!

Admito que llegó un poco tarde con el especial, pero siempre es mejor tarde que nunca.

Espero que les haya gustado aunque estemos un poquitito lejos del 25 de diciembre.

Igual les aviso que habrá especial de año nuevo (probablemente bastante después de año nuevo, pero habrá). Así que pueden dejarme sus ideas y comentarios junto con el personaje que les gustaría para el especial.

Cuídense mucho. ¡Nos leemos luego!

Haikyuu X TúHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin