Tsukishima

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___ miró al rubio con el ceño fruncido.

-¿Cómo es posible que me vuelvas a ganar?-(cuestionó mirando el tablero de ajedrez en frente suyo)-Ya es la sexta vez.

Él solo se encogió de hombros con indiferencia.

No era del tipo que presumía de sus propias habilidades.

La joven se alejó alegre hacia el parlante que estaba al lado del televisor. Puso bachata y agitó sus caderas mientras le mostraba unos pasos de baile.

-¡Te reto a un duelo de baile!-(apuntó con una sonrisa)-Vamos Tsukki. Yo jugué ajedrez contigo, te toca bailar.

El rubio con lentes rodó los ojos antes de acercarse a su pareja.

Ella le puso sus manos en su cadera a la vez que le sonreía.

Tsukishima aún no estaba seguro de como había acabado saliendo con alguien tan diferente a él.

___ le arrebató su corazón sin piedad.

Hace tiempo no se hubiera movido un milímetro por alguien. Y allí lo tenía, bailando bachata todo sumiso y obediente.

Lo cierto era que su novia podía lograr que hiciera lo impensado con tal de hacerla feliz.

Fue por eso que cuando le pidió que vivieran juntos accedió sin dudar. Y cuando le pidió adoptar un cachorrito, aceptó a regañadientes. A sus veintitrés años, ya había reconocido que era un loco enamorado.

Y no pudo evitar preocuparse.

Cuando ella regresó un día de la universidad se veía horriblemente triste.

Sus ojos estaban rojos por haber llorado y tampoco saludó a su perrito cuando volvió.

Ella no era así.

Sin importar que tan cansada estuviera, ___ se daba las molestias de tratar bien a todos a su alrededor.

En esa ocasión pasó de largo sin mirarlo y se fue a la habitación que compartían para encerrarse con llave.

Tsukishima se levantó con rapidez para seguirla y tocó la puerta con suavidad.

-___.-(llamó antes de escuchar un sollozo)-¿Qué pasó? ¿Por qué lloras?

No consiguió ninguna respuesta clara.

-Lo.... siento, Kei...-(murmuró ella entre el llanto)-Lamento ser inútil....sucia... asquerosa...

-___.-(le habló casi rogándole)- Abreme por favor. Hablemos.

Pasaron unos segundos hasta que escuchó que el pestillo se corría. Abrió la puerta y observó como su novia se abrazaba a sí misma, como si tratara de protegerse.

-Vamos, te prepararé un baño.-(le dijo mientras le extendía la mano)

Ella lo observó con duda. No le preguntó nada. Pero, no la iba a dejar sola. Le estaba dejando decidir si ir con él o no. Si decirle o no.

___ tomó su mano un poco temblorosa. La mano de Tsukishima le era familiar, cálida, confiable....

El muchacho le calentó el agua de la bañera y le puso sales relajantes junto con burbujas, cómo ha ella le gustaba.

Se alejó para darle privacidad, pero la joven negó con la cabeza y le pidió que se quedara.

Se desvistió sin problemas en frente de su novio y esperó a que él hiciera lo mismo.

___ arrastró al muchacho con ella. No quería estar sola. No quería tiempo para pensar. Se metieron a la bañera juntos.

Tsukishima le acarició la espalda con suavidad, tratando de relajarla. No era normal que estuviera tan callada y sería.

Al ver que ya no estaba tan tensa como antes, besó con suavidad su nuca. Luego bajo por su espalda para seguir con sus brazos.

Agarró con cuidado su brazo y atrajó hacía sí su muñeca para besar con cariño la piel expuesta.

Ese gesto logró que rompiera a llorar.

Él la abrazó por la espalda sin hacer ningún comentario.

-Estaba.... caminando hacia acá....cuando un hombre se acercó....creo que estaba borracho o algo...-(relató con pausas por sus sollozos)-No le preste atención hasta que me dió una nalgada mientras hacía comentarios obscenos. Fue tan..... asqueroso....de verdad lo siento....

El rubio apretó su abrazo.

-No tienes que disculparte.-(le dijo con seguridad)-No fue tu culpa. Debes ser conciente de eso. Tú eres la víctima. No es tu culpa. No tienes que disculparte con nadie y mucho menos conmigo.

Ella asintió en silencio. Aún le costaba asimilar esa idea, pero confiaba plenamente en el criterio de su pareja.

La hacia sentir segura. Cuidada. Amada.

-¿Podemos quedarnos un poco más así?-(pidió con la voz quebrada)

Se quedaron en esa posición un poco más de media hora. Sus pies ya estaban arrugados por el agua y hace tiempo que el calor del baño los había abandonado.

Kei fue el primero en levantarse. Rodeó su cintura con una toalla. Y luego ayudó a que ___ se secara. Se vistieron con sus pijamas y se acostaron en el sofá.

-Podemos pedir pizza.-(ofreció el chico con lentes)

-Pero es día de semana. Tú hiciste el calendario de comidas, solo podemos pedir comida rápida los sábados.-(respondió con duda)

-Podemos hacer una excepción por hoy.-(replicó con una sonrisa)

___ lo abrazó con fuerza.

-Me tratas muy bien. Mejor de lo que me merezco.-(comentó la chica)

-Eres una princesa, mereces ser tratada como tal.-(declaró Tsukishima con su rostro indiferente)-Tengo que tratarte bien para que me sigas queriendo.

-Te amo.-

___ se sentía mejor que antes.

A veces la persona correcta podía mejorar hasta el peor de los días.

Después de tantos momentos juntos, solo pudieron llegar a una conclusión.

Ambos estaban completa y perdidamente enamorados.

Nota de autora

Espero que les haya gustado el capítulo.

Cuídense mucho, nos estaremos leyendo.


Haikyuu X TúWhere stories live. Discover now