Kuroo

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Estúpido gato.

No podía creer que se había subido a un árbol para rescatar al muy traidor.

Cuando lo alcanzó, el muy maldito la arañó y procedió a bajarse con una elegancia impresionante a la vez que tiraba al piso la escalera por la que había subido.

-Ni siquiera me gustan los gatos.-(gruño frustrada)

Tratar de ser buena persona nunca era recompensado.

Estuvo mirando unos quince minutos la escalera en el piso sin saber que hacer.

Una caída de tres metros no la mataría ¿Cierto?

Soltó un suspiro cansado. Su madre la mataría por llegar tarde a la reunión familiar.

-¿Está cómodo el árbol?-(cuestionó una voz burlona desde una ventana cercana)

Ella rodó los ojos al reconocer esa voz.

Kuroo Tetsurou, su archienemigo.

Aunque estaba exagerando. Ese joven de cabello negro se había mudado hace unos meses a la casa del lado y la irritaba demasiado.

Se creía lo mejor del mundo por ser universitario, guapo, atlético, inteligente y un par de años mayor que ella.

Puede que la mayoría de las cosas fueran ciertas, pero eso no eliminaba el hecho de que la molestara.

-Los mosquitos son molestos.-(murmuró fingiendo que no lo escuchaba)

Ella era consciente de que lo que más irritaba al pelinegro era que no le hicieran caso.

Estuvo a punto de sonreír cuando lo escuchó bufar.

-Te iba a ofrecer mi ayuda, sin embargo, al ver tu falta de cooperación ni siquiera me molestaré -(declaró fingiendo indignación)

-Sé que no eres capaz de dejarme aquí.-(replicó con simpleza ___)

-¿Cómo estás tan segura?-

-Eres demasiado bueno para eso.-(musitó con tranquilidad)

-Confias demasiado en mi para ser alguien que detestas.-(acotó Kuroo con una media sonrisa antes de estirar los brazos)-Salta, te sostendré.

___ miró la distancia entre la ventana y el árbol con un deje de duda antes de mirar el rostro del muchacho.

-Solo salta.-(repitió con suavidad)

La joven se agachó y tomó impulso antes de dar un salto al vacío.

Cerró los ojos antes de sentir unos firmes brazos rodear su cintura con precisión.

-Saltaste.-(murmuró sorprendido)

-Tú me dijiste que lo hiciera.-(dijo confundida)

Él seguía rodeándola en un abrazo y su cabeza se recargó en el hombro de la joven.

-No pensé que lo harías.-(explicó antes de sonreír con sinceridad)-Por algún extraño motivo estoy feliz de que lo hayas hecho. ¿Qué hubiera pasado sino te atrapaba?

-Me atraparias.-(afirmó ella antes de alejarse)-Eres demasiado bueno para no hacerlo.

-¿Qué se supone que pasa ahora? ¿Por qué de repente actúas como si no fuera lo peor que te pasó en la vida?-(interrogó confundido Kuroo)-No sé cómo relacionarme contigo sino estamos peleando.

-¿De qué estás hablando? Nosotros solo somos personas que se llevan indiscutiblemente mal.-

___ le dedicó una sonrisa enigmática antes de marcharse de su casa.

Cuando salió soltó el aire que estaba conteniendo.

Kuroo Tetsurou de verdad era alguien del que tenía que cuidarse, un poco más y terminaría loca por él.

Por su parte el pelinegro estaba dudando de su cordura.

¿Esa mocosa había logrado acelerar su corazón?

Para ser justos, el deportista tenía veintiuno y ___ solo diecinueve. No era la gran diferencia. Aunque él nunca lo admitiría en voz alta.

Se volvieron a encontrar al día siguiente y trataron de ignorarse mutuamente.

Pero todo se acabó cuando ___ se tropezó con una piedrita y el muchacho de cabello negro se rió con fuerza.

-En serio eres torpe.-

-Y tú en serio eres molesto.-(replicó mientras se cruzaba de brazos)

-No creías lo mismo ayer cuando te aferraste a mi brazos.-(contestó Kuroo mientras la miraba con un aire de superioridad)

-Que yo recuerde, fuiste tú el que me abrazaba.-(hizo un puchero un poco infantil antes de añadir)-Lamento haberte tocado, trataré de no hacerlo la próxima vez que me lance de un árbol.

Él la miró en silencio con intensidad.

-No me gusta tu sarcasmo.-(musitó con lentitud)

Ella no desvío los ojos de su rostro.

-Pues a mi no me gusta tu actitud.-

Fue esa frase la que detonó el gatillo.

Kuroo había tomado el rostro de ___ y la estaba besando con intensidad. La joven al principio estaba sorprendida, pero rápidamente consiguió recuperarse para devolverle el beso.

Estuvieron un par de minutos así, hasta que se separaron jadeantes.

-¿Te gusto?-(cuestionó ___ confundida)-Pensé que me odiabas.

-Yo también lo pensaba.-(respondió con simpleza)-Supongo que me gusta tu sarcasmo.

-¿Solo mi sarcasmo?-(murmuró con una sonrisa)

-Puede que me guste un poco tu terquedad, tu manera horrible de cantar y tu manera de quemar la comida.-(agregó con burla)

-Sabes, creo que me iré a algún lugar donde valoren más mi compañía.-

___ se estaba alejando hasta que Kuroo tomó su brazo y la atrajó hacía sí para abrazarla.

-Puede que también me guste tu sonrisa, tu voz, tu cabello, tu manera de moverte y tú estúpida confianza en la amabilidad del resto.-(concluyó con honestidad)-Me gustas ___. Me gustas mucho.

Ella asintió conmovida.

-Tal vez no eres tan insoportable como pareces al principio.-(divagó ___ con las mejillas sonrojadas)-Tú también me gustas.

Se volvieron a besar y se dieron cuenta de que a pesar de que debió ser lo más irreal y antinatural del mundo, encajaban perfectamente.

Los dos entendieron que del odio al amor, existe un muy corto paso.

Nota de autora

Hola a todos. Quiero decirle a cualquier persona que lea esto, que si se sienten mal y creen que nada tiene sentido por favor busquen ayuda. No está mal no poder con el día a día. No está mal no poder con todo solos. Busquen consuelo en la gente a su alrededor, y sino es suficiente acudan a una consulta profesional. Por favor no se ahoguen en sí mismos hasta que sea muy tarde. Les ruego que se quieran y se cuiden.

Espero que les haya gustado el capítulo. Nos leemos luego.

Haikyuu X TúWhere stories live. Discover now