CAPÍTULO 14: "PESADILLA ENVUELTA EN REALIDAD"

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"Siempre tuve el deseo de inflingir en otros y de que otros me inflijan dolor a mi. Siempre disfrute de todo lo que causará dolor"

-Albert fish-

Pov Spencer.

Después de trabajar habíamos llegado a la casa, me bajo de la camioneta sin decir siquiera una palabra.

- Dios te bendiga...-. Mi padre había notado que no le había dicho nada, pero yo solo entro a mi casa sin decirle nada al respecto.

Cuando entro a la casa mi abuela me ve y viene hacia a mí, me da un abrazo pero yo no le respondo, a lo que ella me agarra el rostro y me pregunta.

- ¿Que tienes? -Me pregunta preocupada.

- Nada... no voy a comer hoy, no tengo hambre.

- ¿No vas a comer?

Le niego con la cabeza mientras le doy la espalda y entro a mi cuarto.

Escucho lo que hablan desde adentro de mi habitación del otro lado de la puerta.

-¿Que? ¿No va comer?-. Pregunta mi abuelo.

- No, y me dijo que no tiene nada.

- Eso es raro -Me inspecciona.

- Si pero bueno, dejémoslo así.

Al escuchar su conversación, pienso un poco en la situación, mi padre es un asesino, mis abuelos no saben nada, mi hermana no sabe nada tampoco y creo que así estaríamos bien todos, ya que si comienzo a hablarles sobre el tema, me dirían que estoy loco, llamarían a mi padre y no me quiero imaginar lo que me haría si se enterará de que se cual es su secreto. Así que decido mejor no decir nada, quitarme la ropa hasta quedarme en boxer y acostarme.

De verdad me duele mucho... Aún no me creo está cruel y dura realidad, pero debo ser fuerte y tomar acciones contra él, ya sea deteniendolo con la policía, la cual creo que no hará nada, o yo mismo, que... Creo que la única forma de pararlo, es matandolo...

Así que...

Es lo que haré...

Entre tantos pensamientos llegué al punto de quedarme dormido sin darme cuenta.

Abro los ojos y estoy en un cuarto, tirado en el suelo, estoy amordazado y hay una luz roja que ilumina todo el cuarto. Trato de liberarme pero es inútil.

Cuando veo a mi alrededor, veo delante de mi la figura de una persona que parece estar jugando con un cuchillo. La luz roja comienza a alumbrar mucho más y a cambiar los colores del cuarto, no podía ver bien a la persona y era imposible escapar.

Cuando está persona se da cuenta que la estoy viendo, deja de jugar con el cuchillo y se levanta. Al ver eso comienzo a tratar de gritar pero no puedo, da un paso delante y comienzo a moverme para escapar pero de pronto mi cuerpo dejo de reaccionar. Dió otro paso y yo solamente comencé a llorar.

Dió un último paso estando delante de mi parado, no podía reconocerlo. Este se agacha y se acerca a mi diciendome unas palabras

- La diversión está por empezar... ¡MATALO!

- ¡AAAAAAHHHHH!-. Comienzo a hiperventilar y ver a mi alrededor...

Solo era otra pesadilla... Una pesadilla dónde esa figura era la de mi padre, seguro era la de él... No puede ser, de verdad no aguanto más está realidad, esto... Esto tiene que parar.

Veo la hora y son las 6:30, mis abuelos no me habían levantado para ir a trabajar, así que decido ir a bañarme para vestirme e irme a trabajar. En el baño, solamente dejo que mis pensamientos fluyan mientras el agua cae sobre mi

Matalo...

Vengalos...

Recuerdalos...

Esas eran las palabras que venían a mi mente, mientras que el agua caía en mi cuerpo, sabía lo que tenía que hacer hoy mismo, y de una vez por toda.

- Padre... el día de tu muerte, ha llegado. -Me miró en el espejo y una sonrisa que nunca había visto en mí aparece en mi rostro

LA VIDA COLOR DE ROJOWhere stories live. Discover now