VII

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«¡Por favor!»

«¡Por favor deje de tocarme, no quiero eso!»

«¡No quiero sentir dolor, no quiero que me utilice!»

Caricias y besos recorrían su cuerpo. Tanjiro se encontraba encima de un hombre al cual no podía ver su rostro mientras iba siendo desvestido. No entendía porque no podía mover su cuerpo, no entendía porque no podía hablar, y al dirigir su mirada al rededor suyo vió varias sombras observarlo.

-¡Mira! Un hombre te está tocando Tanjiro, que asco.

«¿Zenitsu?»

-Kamaboko, ¿porqué no lo empujas?

-¿No lo sabes? Es que Tanjiro pidió que lo tocaran.

«No...»

-Hermano tú lo disfrutas ¿No? ¿No eres un hombre de verdad?...

-¡Joven Kamado, una persona como usted no puede ser mi sucesor!

-Me arrepiento de haberte salvado aquel día y haber dejado a tu hermana en manos de un cazador que ni siquiera puede defenderse.

-¡¿Dónde esta todo lo que te enseñé!? ¿¡Acaso no eres hombre?! ¡Habla y usa tu fuerza!

Cada vez más gritos dirigidos hacia él salían de sus bocas, todos de las personas que más quería, estaba totalmente asustado que no podía responder, su vista estaba perdida en la mirada repugnante que tenían hacia él, y sólo sintió como la persona que estaba ahí tomaba su cintura y lo deslizaba bruscamente por todo su miembro. Ese dolor otra vez, tras empezar a moverse no lo pudo aguantar y gritó desesperado logrando despertarse del sueño abruptamente.

-No... -Tembló -Nadie debe de enterarse... -Se susurraba así mismo mientras empezaba a llorar -No puedo decirle a nadie, ellos no me apoyarían... -Cada momento que pasaba lo hacía sentir más culpable, era él quien lo ocasionó, él no se defendió y tuvo una erección, todo lo probaba. Lo había disfrutado y era un asco de persona.

Esa noche no quiso dormir por temor a soñar ese tipo de cosas otra vez, así que se levantó para ir al baño y tomar una ducha. Grande fue su sorpresa al ver que había sangre en sus prendas.

-No otra vez... No no -Rápidamente se puso a lavarlas empezando a temblar y se vistió con una yukata luego cubriéndose lo más posible. Se sentía demasiado asqueado, no sabía que hacer para quitarse lo sucio de su cuerpo, así que sin pensarlo dos veces tomó un trapo y lo colocó en agua para ir limpiándose.

¿Porqué el dolor aún no desaparecía?

____▫____

Buenos días Sumi-Chan! Ya es tarde, ¿por qué te dormiste en el suelo del baño? - Preguntó una joven y Kamado se levantó, por un momento tuvo miedo de que hayan visto su cuerpo pero se lo había cubierto muy bien -¿Ya estás mejor?

-Sí...

-Eso me alegra, la señora me dijo que te entregara esto -le dice dejando las cosas en el suelo -Son para que limpies los baños. Tienes todo el día -Avisa y se va.

Tanjiro se levanta de su lugar y vuelve a soltar un quejido. Su cuerpo le dolía más que antes, no estaba mejorando, estaba empeorando.

La noche llegó tras un largo día lleno de trabajo y el menor pudo terminar su trabajo a tiempo. Había sobre exigido su cuerpo de más pero se sentía bien de haber cumplido con lo ordenado. Luego de eso se dirigió a su cuarto de trabajo y cerró la puerta con seguro diciendo que ya empezaría a trabajar. En medio de eso un cuervo llegó a su habitación con una carta amarrada en una de sus patas y se posó delante de él -¡Entrega del pilar de la llama! ¡Rápido! ¡Rápido!

Terrible Sufrimiento [ UzuTan +18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora