Terrible Sufrimiento [ UzuTan +18 ]

XII

—Entonces te dejo a cargo de que busques al demonio escondido ¿Entiendes?

—Claro.

—Se que puedes hacerlo, mientras tanto yo estaré al pendiente del resto, no te preocupes por otra cosa Inosuke —Dice Uzui acariciando sus cabellos suavemente y el menor sonríe. El pilar había confiado en él para que encuentre al demonio sólo, eso probaba que era el mejor.

—¿Ahora puedo ir a visitar a Monjiro y a Katitzu?

—Oh no, están ocupados, me dijeron que te diga que no te acerques a ellos porque esta prueba es individual ¿Entiendes? Céntrate en tu misión y cuando empiece la batalla les avisaré.

Para el peli negro resultaba raro el hecho de no poder reunirse con sus compañeros para poder hacer un plan juntos cuando era necesario, pero no cuestionó nada y dejó que el pilar se fuera.

Mientras tanto en la casa Tokito Tanjiro se encontraba abriendo los ojos con lentitud.

«Tu amigo ha estado siendo demasiado entrometido, ¿que te parece si hoy voy con él y le advierto que no diga nada? Al menos ya no te tocaré a ti y así podrás descansar.»

Al recordar esas palabras se sienta en el futón asustado y empieza a respirar agitadamente. No puede recordar nada más, el pilar le había hecho tomar una bebida y quedó inconsciente.

—No puede ser… Él no puede haberle hecho nada a Zenitsu...

Asustado se levanta del futón rápidamente y se dirige a su habitación. ¿Qué es lo que estaba pagando? ¿Cuál había sido el pecado que hizo para tener que vivir todo esto? Puede soportar ser abusado diariamente, puede soportar ser asesinado en vida si algo malo hizo antes, ser torturado… pero que sus compañeros vivan en carne propia lo que él pasó en esos días jamás. No iba a permitirlo….

Él haría lo posible por evitarlo…

Al estar dentro de su habitación empieza a buscar alguna marca o indicio de que Uzui haya hecho algo pero no encuentra nada y se siente un poco más calmado al notarlo, pues, a pesar de que el pilar siempre era muy cuidadoso con él y no dejaba ni una mancha o prueba de que haya pasado algo siempre se le escapaba un mínimo error, eso ahora no sucedía, su olfato no lo engañaba y el aroma que sentía era muy calmado, cosa que cambió cuando abrió la caja donde estaba su hermana. Nezuko estaba dentro, estaba durmiendo, pero todo de sí estaba hecho un desastre. Sus cabellos estaban totalmente despeinados, su rostro estaba sucio y faltaban partes de su ropa, como si alguien los hubiera roto con sus propias manos. Estaba descalza y en sus manos había sangre. Se veía débil, frágil… Como sí ya no tuviera fuerzas para poder moverse, se notaba cansada, usada…

Tanjiro al verla así no supo que hacer y cubrió su rostro desesperado con ambas manos empezando a llorar. Todo era su culpa, él había decidido evitarla todo ese tiempo en vez de hablar con ella y pedirle ayuda. Tenía vergüenza, sabía que Nezuko había visto todo, sabía que ella había sido testigo de como él no se pudo defender, de como sufría. No quería verla, no quería que ella lo viera. No sabría que decirle o como actuar normal con ella. Era un idiota, gracias a eso pasó lo que pasó, y ahora todo estaba siendo por su culpa. Como siempre…

«Lo siento, lo siento mucho…»

Pero no iba a dejar que todo eso siga así por mucho tiempo.

(…)

—Buenas tardes Shinobu tengo algo importante de que hablar contigo hoy.

—Kyojuro buenas tardes, ¿Ya terminaste tu misión?

—Si, sólo tengo heridas que no son la gran cosa así que no te preocupes, ¿tú estás bien? —Le dice sentándose en una de las camillas y la peli negra le responde mientras le saca su traje para ir curando los pequeños rasguños que tenía en la espalda. Conforme pasa el tiempo ella fue escuchando atentamente cada una de las palabras de Kyojuro y después de haberlo curado se acomodó al lado suyo para seguir atendiendolo, nunca había escuchado a Rengoku de esa forma, confundido y desesperado, sin respuestas. Todo lo que le estaba diciendo no era algo que se podía tomar a la ligera, podía entender todo lo que le estaba pidiendo e iba ayudarlo.