Terrible Sufrimiento [ UzuTan +18 ]

XIV

Llega un momento en dónde dejas de sentir dolor.

No escuchas, no te mueves, no tienes miedo. Logras salir de la realidad y con ello ya no sabes lo que te está pasando. El daño que te están causando ya no puedes sentirlo. Eso es porque estás a punto de morir.

Tanjiro está a punto de morir.

Su cuerpo a bloqueado absolutamente todos sus sentidos que ya no trata de defenderse.

Observa el cielo tranquilo mientras vagos recuerdos vienen a su mente de los momentos que luchó junto a sus compañeros: cuándo pasó tiempo junto con ellos. Quería volver ahí, quería retornar nuevamente para poder disfrutar de su amistad, pero no, ya no quería recordar el pasado.

Están cortando su estómago con los restos de una botella de vidrio.

Hay sangre.

«Espero que… Nezuko, Zenitsu e Inosuke estén bien… Cuanto quisiera estar con ellos para decirles que ya no puedo más, que he aguantado demasiado… Gracias… Gracias por todo…»

Podía sentir como sus ojos se iban cerrando lentamente.

«Gracias madre, por haberme dado una vida llena de alegría… Gracias a todos.»

Ya había perdido toda la fuerza y esperanza que tenía para poder vivir, tratar de seguir sólo lo haría sufrir aun más, él estaba contento de morir por fin, estaba seguro que el resto podría vencer a Muzan juntos sin su ayuda..., hasta que lo vió.

Vió como alguien aparecía tras de los hombres dando un gran salto y cortaba sus cabezas en un segundo usando una técnica que alumbró todo el lugar como si del mismo sol se tratara. Esa persona que le había dicho que nunca mataría a otras… La sangre se esparció alrededor suyo en pequeñas gotas y el aroma que venía junto al pilar era de rabia pura, Tanjiro derramó lágrimas de la impresión sin poder decir nada.

«Rengoku-San… Llegó…»

Su vista estaba borrosa y las lágrimas que salían de sus ojos fueron aumentando cada vez más. Sólo sintió cómo alguien cubría su cuerpo con una manta y lo cargaba en sus brazos empezando a correr.

Ese aroma tan triste…

—Por favor aguanta sólo un poco más...

Era del pilar del agua.

Pero Tanjiro estaba seguro de haber notado las llamas de fuego que Kyojuro hacía hace unos momentos.

No podía entender nada, no estaba consciente..., sólo sabía que estaba bien y con ello; vivo. Tomioka estaba con él, y después de algunos segundos cerró sus ojos sin poder evitarlo. Se rindió.

(…)

Sentía su cuerpo entumecido.

Habían voces a su alrededor, todas ellas tan cerca y tan diferentes, sentía como si hubiera pasado años durmiendo, y, conforme iba abriendo sus ojos vio a las tres pequeñitas a un lado suyo, llorando, también a Inosuke y Aoi, Kyojuro y Kanao entraron por la puerta casi al instante.