Terrible Sufrimiento [ UzuTan +18 ]

XIII

—¡Monjiro ¿Estás listo?! —Un fuerte estruendo se escucha golpear la puerta. Inosuke había llegado a derribarla para entrar a la habitación dónde estaba su compañero. —He visto que el pilar ya cortó el cuello del demonio ¡eso es prueba de que no era una luna!

—Sí es una luna, yo pude sentirlo al tenerla frente mío —Le responde el peli burdeos mientras termina de ponerse su haori y la caja de Nezuko en su espalda. Habían pasado demasiados días sin comunicarse, Kyojuro no le había mandado ninguna carta y se sentía terrible. La última vez que se vieron lo trató mal cuando él no le había hecho nada. De haber sabido que Uzui seguiría causando daño en su cuerpo hubiera preferido contarle a Kyojuro la verdad para recibir su ayuda, sabía que él si hubiera hecho algo sin juzgarlo. Estaba decidido que en cuanto salga de esa batalla iría a buscarlo para disculparse, le contaría todo y así podría ser ayudado, no sólo él si no todos, y mientras eso debía sobrevivir en esa misión, junto a sus tres compañeros: Inosuke, Zenitsu y Nezuko. —Debemos ver en que ayudarlo para terminar rápido.

Ambos salen de la casa por una de las ventanas y observan que la demonio se encuentra llorando en el suelo con la cabeza cortada. Hay un gran agujero en el camino y ven como Uzui está yendo dentro del suelo, al parecer porque habían humanos ahí, así que Inosuke y Tanjiro lo siguen también.

Grande fue la sorpresa de los tres ver a demasiadas personas atrapadas en fajas, al parecer en espera a ser devorados, la demonio las guardaba ahí para comérselos después. Uzui logró cortar todas las fajas con precisión y con eso, rescató a dos de sus esposas. Hinatsuru ya había sido encontrada en otro lugar así que no se preocupaba.

—Makio, Suma, les pido grandes disculpas por no haberlas podido ayudar antes, me alegro de que estén a salvo —Les dice el mayor con una sonrisa y las abraza fuertemente.

Tanjiro podía sentir el aroma que tenía el pilar hacia ellas, no las quería, ni un poco. Le resultaba realmente molesto ver como podía actuar bien con ellas a pesar de eso.

Inosuke imaginaba que ya la batalla había acabado por toda la alegría que sentía alrededor suyo así que hizo un puchero fastidiado. Pensó que había pasado más de diez días vestido de mujer ahí para nada, pero entonces vieron como todas las fajas que sobraban en la cueva se dirigían hacia arriba y hoces de sangre eran dirigidos hacia ellos.

—¡Cuidado! —Gritó Uzui tomando a ambas de sus esposas en sus brazos y elevando su cuerpo para salir de ahí. Tanjiro cubrió a Inosuke al ver que no se movía y recibió un leve corte en uno de sus brazos.

—¡Inosuke muévete! —Ambos subieron hasta la cima logrando esquivar los ataques y salieron de ahí desenvainando sus katanas. Zenitsu seguía sin aparecer, Tanjiro se estaba poniendo cada vez más tenso, ¿Qué es lo que pasaba? Ni siquiera podía sentir su aroma o su presencia, eso lo asustaba, Uzui no podía haberle hecho algo ¿O sí? Lo necesitaba para carnada, no puede haber acabado con él antes.

—Les encargo que saquen a todas las personas de aquí por su seguridad, ustedes también vayan, tengo tres cazadores que me ayudarán, entre ellos una demonio, estaré bien aquí así que apúrense.

Las chicas salieron de ahí dándole un fuerte abrazo y Tanjiro sintió aún más asco al ver el cariño que le daban, ¿como es que podían querer a un demonio como él?

Fácil.

No sabían lo que realmente era.

—Tres cazadores, que interesante… —Una voz gruesa y arrastrada se escucha en el lugar y Uzui observa un punto fijo tomando sus katanas con fuerza. Sabía que no iba a ser tan fácil vencer a una luna, no esperó que fueran haber dos. Ahora estaba más convencido en usar a los menores como carnada para distraerlos.