El Imperio de Solaris

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El sol que les había dado la vida se alzaba frente a ellos. Orgulloso de estar con el planeta del Sol Naciente. 

Y sus civiles orgullosos de tener al Sol Invicto de su lado.

El día de hoy había un Solsticio. El día solariego tenía 36 horas en total, 28 para el día y 8 para la noche. Durante ese día, tendrían la bendición del sol durante 32 horas.

Y para celebrarlo, el Emperador Lucius Malestrom organizó y diseñó unos juegos. 

En realidad fue su hija Bonnie Malestrom, pero con el permiso de su padre. Usualmente es el propio regente del imperio quien lo hace, y al dejar que la sucesora haga su labor provocó algo de incomodidad en el pueblo.

Estas "olimpiadas" eran anuales, similar a la mayoría de eventos solariegos. Cada 472 días se celebraban los Juegos de las Valquirias, un evento en el que el pueblo solariego podía apostar por su Valquiria favorita en un decatlón sin pausa alguna. De las más de 450 valquirias producidas en cada generación (cantidad mínima establecida), tan solo 75 podían competir. Habían tres formas:

1- Una invitación. La más alta nobleza, incluyendo al propio emperador, su hija y los más altos cargos de la Harlax, tenían la oportunidad de otorgar a una Valquiria de su preferencia la oportunidad de participar. Únicamente quince podían ser invitadas a participar.

2- Mérito propio. Algunas Valquirias que lograban ciertas proezas a lo largo del año, como salvarle la vida a un alto cargo, evitar un atentado o similar, podía entrar sin problemas. En total, solo diez podían acceder a este puesto.

3- Ganando el puesto. Las cincuenta valquirias que hayan demostrado más eficiencia, que siempre cumplan el Código de Honor Solariego y que sean totalmente leales al Emperador podían entrar. Este método era el más inaccesible. Con la invitación solo hace falta ser amigo de un alto cargo, y con el mérito solo es necesario ser valiente o estar loca, pero ganarlo a la antigua era muy difícil. Con 450 valquirias, era exageradamente complicado estar entre las cincuenta mejores. Claro que habían divisiones que por uno u otro motivo no podían entrar, pero aún así no era sencillo para la valquiria promedio.

Lógicamente Bonnie le dio la invitación a su hermana, pese a no necesitarla.

Su padre se la entregó a una de su guardia personal.

Byron a una iniciada con muy poca experiencia, como hacía en cada decatlón.

Y Landon Farr a su hija, Méridian. 

Cada año los eventos cambiaban, pero siempre eran diez. Unas veces eran combates uno contra uno, otras eran carreras en diversos vehículos, otras eran arquería...

Como era la propia Bonnie Malestrom quien dirigía los eventos, todo estaría inclinado al espectáculo a lo grande y a la resistencia física.

La ciudad donde se llevaría a cabo el gran espectáculo era Sálider, bastante cerca de la capital. El evento sucedería en un estadio de tamaño masivo, al punto de tener el mismo tamaño que la ciudadela de Prion. Las setenta y cinco valquirias elegidas para participar entraron triunfantes, unas airosas y otras con algo de terror. Un evento televisado en todo Solaris, con cámaras en todos lados y con miles de millones de espectadores en todo el planeta e incluso en las colonias en Trismetria y Tryphonos aumentaba los nervios de cualquiera. Todas vestían el traje y las mochilas reglamentarias, aunque las armas variaban. Unas tenían espadas y escudo, otras solo espadas, algunas usaban dagas y otras armas de energía. Cada una en base a las aptitudes de cada chica por individual.

La futura emperatriz dio el discurso de apertura. Dio palabras de ánimo a todas las valquirias y recalcó sus tres favoritas. Para mantener en secreto las pruebas, no dijo absolutamente nada de ellas, solo que debían estar muy atentas. Y que algunas eran mortales. 

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