El infierno del Drarry

Mansion Malfoy

Se estaba despidiendo de Dudley con un fuerte abrazo frente a la chimenea de su hogar... Si es que alguna vez lo fue.

--Espero y me escribas, Harry-habla Duddley con un tono de voz sereno y tranquilo.

Si hace cuatro años le hubieran dicho que su primo tenía aquella faceta, no se lo hubiera creído ni que le amenazaran de muerte por no hacerlo.

Le gustaba ese Dudley, se podía sentir seguro de hacer cualquier cosa a su alrededor. No como antes, el como había evolucionado su relación ante los años, era demasiado bonito.

--Lo haré Duds, no hay razones para que no lo haga.-Harry se separa de su primo y le da una cálida sonrisa.

--Espero verte antes de que empiece el colegio

--Te aseguró que así será

Draco avanza y extiende su mano a su... ¿Cuñado podría decirse? Ahora tanto Harry como su primo se estaban llevando bastante bien, tal como hermanos.

Decide mejor no darle tantas vueltas.

--Un gusto conocerte

--El gusto es mío, Draco. Y gracias otra vez por todo.

--No tienes que agradecer. Solo hice lo correcto, para protegerlos. Y lo haría las veces que fueran necesarias.

Duddley asiente, convencido de que aquellas palabras iban con completa y verdadera sinceridad.

Se notaba a leguas que era así, no diria cosas solo por que si.

--Nos vemos luego.

--Seguro que si.

Ya Harry se había despedido con anterioridad de su tía, quien seguía en la cocina con Snape, así que no hacen más que agarrar el baúl de Harry, dedicarle una última sonrisa a Duddley y atravesar juntos aquella chimenea.

Realmente la sensación no era muy del agrado de Harry, pero era la única forma en la cual transportarse.

Y ya en su destino... Mira a su alrededor con mucha impresión y curiosidad....

La casa era malditamente alta,demasiado grande también. ¡Y sólo estaban en el recibidor!. Pensar en las escaleras y aprenderse como llegar a cada lugar le dio una leve sensación de escalofríos.

Y ahí estaban, sus suegros, extrañamente, con ropas de lo más informales que les había llegado a ver, dándoles sinpleza en aquel aire de perfeccion que les rodeaba. Era incluso extraño, no se habría imaginado a los Malfoy en ningún escenario vestidos así, los imaginaba más.... Ostentosos.

La mirada del señor Malfoy le estaba produciendo escalofríos.

--Mamá, papá-Saluda con voz tranquila Draco, rompiendo el silencio en el cual estaban todos sumergidos.

--¡Draco, Harry! -Chilla entonces la mujer y avanza a abrazar a ambos chicos.

Harry se queda un poco en Shock ante aquella acción de la mujer, y Draco al contrario, se tensa un poco, no del todo acostumbrado al contacto físico con su madre a pesar de todos los años que habian transcurrido con el.

Antes sus padres no eran del todo amorosos.

Los Elfos se llevan su equipaje en un abrir y cerrar de ojos, algo que Harry agradece mentalmente, a pesar de que era poco, sería cansado subir tantas escaleras con el.

Por que era la primera vez que estaba acá, pero sólo por el recibidor, podía deducir que serían unos 100 escalones o incluso más. Que en Hogwarts hubieran escaleras, no quería decir que fuera fan de ellas.