Parte 11

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El alfa llevo a la azabache hasta su habitación. El ambiente se había vuelto tenso entre los dos. Marinette estaba molesta porque Adrien la había traicionado y el Alfa no iba a dar su brazo a torcer.

El rubio no tenia porque darle explicaciones a nadie, el era un Alfa y ella una Omega. Había sido echa para obedecerlo a el, nada mas. Y la Loba de su princesa, no estaba dispuesta a obedecer a nadie. Ella no era un objeto que el pudiera utilizar a su antojo, aunque ella era su Luna, no estaba dispuesta a seguir las viejas costumbres que se le habían sido impuestas en su vida pasada. Estaba harta de eso, y esta vez, ella no se dejaría dominar por nadie. Ni si quiera por Adrien.

— ¿Con cuantas Omegas has estado? —Preguntó la azabache, viendo a un punto fijo de la pared.

— No quieres saber. —Le respondió el Alfa, utilizando el mismo tono frío de la chica.

— ¿Con cuantas? —Cuestiono la azabache acercándose a el. —¿Una? ¿Dos? Con cuantas me has traicionado, Alfa.

Adrien sonrió mientras negaba. Le encantaba ver a su pequeña Luna celosa.

— No pienso responderte.

— Eres un... ¡Miserable! —Exclamo la azabache caminando de un lado a otro. —En todas mis vidas pasadas siempre te he sido fiel, te he esperado sin entregarme a nadie ¿¡Y así es como me pagas!? ¡Te odio, Alfa! ¿¡Me oíste!? ¡Te odio!

— No, no lo haces. —Masculló el Alfa acercándose cautelosamente a ella. —Te espere por décadas, debes entenderme, hay cosas que no puedo controlar.

— ¿Y yo si debo esperar por ti?

— Eso es diferente.

— ¿Diferente por que? ¿Por que soy una chica?

— No. Es diferente porque eres mía. Tu solo puedes entregarte a mi, no permitiré que otro te tome.—Le respondió. Al ver las mejillas rojas de ira de su chica soltó un pesado suspiro. —Nada de esto es mi culpa. Si Marinette se fuera entregado a nosotros, yo no habría tenido la necesidad se buscar a otra Omega. Entiendeme.

La azabache rió por su cinismo mientras el Alfa intentaba tocar sus muñecas y esta las aparto de un manotazo.

— Tiene miedo. Es una chica dulce, e inocente. ¿Crees que todo esto es fácil para ella? Aunque sienta atracción por Adrien, no significa que deba entregarse a un perfecto desconocido. Ustedes dos. —Lo señalo. —Deben tener paciencia con ella, no puedo obligarla.

— Fácil o no, ella es mía. Y si no quieres que tome a otra chica mientras Marinette "se adapta", mejor ve convenciéndola que coopere conmigo.

— Eres... Increíble.

— Gracias. —El Alfa puso una sonrisa socarrona.

— Te desteto.

— Que pena, porque yo me adoro. —El Lobo de Adrien tenia una aptitud diferente a la de el rubio.

«Esta es una parte de Adrien que no conocía»

<<El, no es Adrien>>

— No voy a obligar a Marinette a nada.

— De acuerdo, pero luego no te quejes de lo que haga.

— Si tu...—La azabache lo golpeo con el dedo en su pecho. —Te revuelcas con otra de esas Omegas, te juro que te vas a arrepentir.

— ¿Vas a comportarte como un animal salvaje enfrente de todos si lo hago? —Sonrió divertido. —Que... Delicioso suena eso, Terroncito.

«¿Terroncito?»

The Alpha MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora