Parte 33

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— S-si dejo que te alimentes de mi... ¿Nos ayudarás a regresar?

La joven rubia asintió, sin dudarlo.

Marinette mordió su labio inferior y miró con duda a su hermana, y sin pensarlo mucho, contesto.

— De acuerdo. —Murmuro la menor.

La mayor volteo y la miró con el ceño fruncido. Marinette no tenía ningún rastro de duda en su rostro. Estaba determinada a salir de allí. Y por supuesto, aceptaba cualquier propuesta estúpida para lograrlo.

Bridgette la tomó por lo hombros y la zarandeo.

— Se que es algo temprano o quizás muy tarde para decírtelo, pero... ¿¡Estas loca!? —Gritó cerca de su rostro.

Una gota de saliva brindo contra la cara de Marinette, y esta, asqueada, la limpio con su mano.

— No hables tan cerca de mi. —Pidió.

— T-Toma un objeto p-puntiagudo y corta tu muñeca. Deja correr tu sangre en mi boca... —Pidió Dianne con desesperación. Ya podía saborear la sangre de la híbrida en su boca. Relamió sus labios buscando complacerse. —A-asi lo hace el perro que me alimenta.

— ¡Con Félix no te metas! —Exclamó una indignada Bridgette fulminandola con la mirada. Luego miro de nuevo a Marinette y demostró su desaprobación. —Esto no es un juego. Si lo haces, le darás las fuerzas suficientes para matarnos a las dos.

— U-ustedes son tan débiles. No podrán soportar mucho, si no me ayudan.

— No la escuches, hermanita. Lo lograremos. Yo también quiero salir, pero no así. Piénsalo, puede que sea una trampa.

— Y-yo soy su única salida.

— Podemos seguir caminando. Encontraremos el camino nosotras mismas.

— S-Solo yo se como salir de aquí.

Marinette estaba entre la espada y la pared. El semblante en Su rostro decayó. Su hermana tenía un buen punto. ¿Y si era una trampa? ¿Y si ella no cumplía con la parte del trato.

Pero... ¿Y si esa vampiresa decía la verdad? ¿Y si ella era su única salida? Hasta ahora, ni Félix ni Adrien habian encontrado el camino de regreso. La rubia mostraba determinación en su palabra, ¿pero era sincera o era un truco para alimentarse y salir de allí?

No lo sabía.

Bridgette parecía dispuesta a protegerla, a pesar de todo. Y recordando todo lo malo que le dijo en el pasado, una melancolía inundó su pecho.

inhaló, y sonrió a su hermana. Ya estaba lista su decisión.

— Te llame cualquiera. —Murmuró.

Bridgette arrugó el entrecejo. Al ver la confusión de su hermana, Marinette siguió hablando.

— En el internado, cuando supe lo de Félix y tu, me moleste y dije cosas de las cuales me arrepiento mucho. Te lastime y hasta ahora me doy cuenta del daño que te hice.

Su hermana apretó los labios, y sacudió su cabeza de un lado a otro.

— Eso ya está olvidado. No importa.

— Es importante para mí. Te amo, Bridgette. Eres mi familia, y yo te lastime... Lo siento.

La rubia miraba atenta a las gemelas, con una sonrisa de maldad en sus labios.

— No entiendo a que viene eso ahora. No tiene que ver con esta situación.

— Quiero disculparme, no debí decirte esas cosas.

The Alpha MoonWhere stories live. Discover now